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Dramaturgo / María Verónica Duarte Loveluck |
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Juana de Arco
de María Verónica Duarte Loveluck
Juana vuelve a tomar ropa de hombre |
Juana: Todo lo que dije, lo dije por miedo al fuego. ¡He condenado mi alma! En medio de la muchedumbre, escuché tus palabras, Santa Catalina: “tendrás socorro, serás liberada por gran victoria”. Si las puertas de la ciudad se hubieran abierto en ese mismo instante, los estandartes de Alençon y Dunois, los pendones blancos y las flores de Lis, el Delfín al mando de un ejército. Pero no, no era así que estaba escrito. Y tus palabras me decían: “Acepta todo tal como es, no te preocupes por tu martirio, te encontrarás al fin en el reino del paraíso.” ¡Y yo que pensé que mi martirio era mi prisión! ¡Pobre de mí! ¡Que aún esperaba ser liberada por una batalla! Pobre de mí, que he condenado mi alma por miedo al fuego. Pobre de mí, que he renegado de mi verdad, de mí misma y de Dios. Heme aquí víctima del miedo. (Juana se saca el vestido y se pone ropa de hombre.) Aunque esto signifique mi condena aquí en la tierra, aunque mi cuerpo sufra los castigos del fuego, no te negaré. He hecho todo lo que me has pedido, no te fallaré ahora.
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Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006 |
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