|
|
Dramaturgo / María Verónica Duarte Loveluck |
|
Juana de Arco
de María Verónica Duarte Loveluck
Juicio. Preguntas recurrentes |
Juana es interrogada en el salón de Honor del castillo de Ruán.
Cauchon: ¿Ha tomado la vestimenta de hombre por el consejo de Dios?
Juana: La vestimenta es poca cosa y de las menores. No he tomado esta ropa ni he hecho nada que no haya sido por el encargo de Dios y de los ángeles.
Cauchon: ¿Le gustaría recibir ropa de mujer?
Juana: Denme un vestido, lo tomaré y me iré, si no es así, no me lo pondré. Me contento con el que tengo, puesto que place a Dios que lo lleve.
Cauchon: Si persiste en contestar de esa manera perderá la oportunidad de defenderse.
Juana: He respondido durante meses a las mismas preguntas. ¿No les basta acaso con todo lo que ya he dicho?
Cauchon: No es su deber juzgar las preguntas que le hacemos.
Juana: Pido que se me dispense, estoy agotada.
Cauchon: Yo le diré cuándo será dispensada. Las Santas Catalina o Margarita, ¿le hablaron alguna vez debajo del árbol de las Hadas del cuál ya se hizo mención?
Juana: Ya he respondido a esa pregunta.
Cauchon: ¿Le hablaron las Santas alguna vez debajo del árbol de las Hadas?
Juana: Hace exactamente tres días respondí a esa pregunta.
Cauchon: No es importante, quiero que me responda ahora.
Juana: Me niego.
Cauchon: ¡Es usted una muchacha imposible! ¿Qué promesas le hicieron las Santas ahí o en otro lugar?
Juana: No me hicieron ninguna promesa que no haya sido con la autorización de Dios. Me prometieron conducirme al paraíso.
Cauchon: ¿Está tan segura de que será salvada, y que no será condenada al infierno?
Juana: Lo creo tan firmemente como si ya lo estuviera.
Cauchon: Ya es suficiente. ¿Qué la hace creer que Dios la elegiría a usted y no a un hombre instruido o de iglesia, como yo mismo, por ejemplo?. No me responda, ya sé que tiene una respuesta para todo... Llévensela