Dramaturgo / Juan Claudio Burgos  

 

 


Inútil deseo

de Juan Claudio Burgos

5 Las Meninas o la metáfora

Un alarido que se transforma en una niña eléctrica y nodriza

La niña: Estoy aquí, en este cuarto celeste todo celeste recortada entre la niebla y el mar negro, me voy cayendo por el agua, picada por medusas, tengo el cuerpo prieto de remar, los ojos magullados por la arena. Estoy ardiendo. Quiero un hombre.

Silencio. Aparece un perro. La monta. La lame. La niña se deja hacer.

La vieja hilandera:

Relatando el triste encuentro del perro y la niña:

Claro la niña se desvistió
Se arremangó las polleras
Como pudo, lo más rápido que pudo
Se bajó las bragas
Y a poto pelado se puso en cuatro patas
El perro saltó la reja de lanzas
La cogió en el jardín en medio de magnolias
Las magnolias se cubrieron de semen
Exudaron semen
La niña se aferraba a los tronquitos de cristal de las magnolias mientras el perro la trincaba
La niña: Estoy desdoblada nana
Estoy siendo desdoblada por el perro nana
El tronquito de cristal me aprisiona los deditos
La sabia me revienta y me pone muy duras las manitos
El tronquito gime
Soy toda escozor nana
Ay ay ay ayayaicitoooooo

La florecilla del magnolio baja sus pistilos y ve a la niña bajo el lomo del perro

La vieja hilandera: El perro se lo hace con todas
Se lo hace con todas las mujeres
Hasta con la madre
Se sienta bajo el vestido de la madre y empieza a lamerle el chocho
El coño
La niña: Mamacita ¿Y si cuento la historia del jovencito, casi, ángel que se sube a la barca de un hombre, casi, bestia y que se meten al mar y que en el mar la vieja, casi, madre los encuentra juntos y de pura ira los guillotina? Ay ayayay si me meto al agua me la pescan los peces Que me la comen todita, todita, todita, entera que no me queda ni un pelito, ¿Que está toda devorada por los cangrejitos, por los pulpos, por los caracoles y los caballitos de mar?
La vieja hilandera: Esta niña no tiene remedio. Otra vez con la historia. Con el cuento. Con todo lo que escucháis. Con todo lo que habéis visto y oído. No tiene remedio ¿y qué? ¿Finalmente llega a la boca de la ballena? ¿Se salva el mozuelo de los brazos del pervertido y vuelve feliz con su madre a casa o no?
La niña: ¿Te puedo llamar mañana y nos juntamos?
La vieja hilandera: Déjate niña por dios. Déjate de una vez
La niña: ¿Cómo te gusta hacerlo cangrejito?

La niña aficionada a los acuarios atraviesa la arena y se cubre con una sombrilla verde y recita: Señorito y marinero. Dos figuras emergen de la arena.


1 Alarido de Ángel | 2 La madre analfabeta | 3 Cabezas de Juan interludio de voces | 4 Tango y muerte imposibles | 6 Señorito y Marinero | 7 Cocina de piedra | 8 Discurso del caudillo | 9 Trabalenguas de estrellas | 10 Señorito y Marinero en medio del mar | 11 Parte final o al tercer día | Versión de impresión

 

 


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006