Dramaturgo / Juan Claudio Burgos  

 

 


Inútil deseo

de Juan Claudio Burgos

1 Alarido de Ángel

                                     

Sobre la arena, un espacio infinito, dos cuerpos trenzados figura de ángel y figura de hombre

Figura de Ángel: Estoy ardiendo, Cógeme
Quiero que me cojas hasta el vientre
Estoy helado frío congelado vuelto hielo
Busca dentro
Puedes sacar perros puedes sacar buitres puedes sacar mierda
Puedes sacar lo que quieras
Cógeme

Silencio

Ahora que estoy desnudo
Y que tengo frío
Porque tus manos abrigan
Tus manos llenan el hueco vacío
Me secan gotas de lluvia
Tus manos me duelen y me abrazan

Silencio

No tengo sexo
Sólo esta voz
Mujer, niño, niño, hombre, niño, mujer, hombre, niño
Un adolescente
¿No te gusto?
Soy niño, niña, niña, hombre
Me coloco el vestido y la túnica
Puedo interpretar
Soy diestro en interpretar

Y el ángel interpreta. Se yergue e interpreta. Mira al hombre e interpreta. El hombre se asoma y aplaude la parodia

Figura de Hombre: Tu cuerpo
Estás frío
Yo ardo
Me quemo y tu como la lluvia helado
Hiervo
Ardo entero
Quemado por completo
De la cabeza a los pies
No tengo escapatoria
Debo bajar
Tengo que bajar
Y romper esa túnica
Bajar más allá de tu ombligo
Y beber
Por dentro me seco

Silencio

Quiero ir por el lado opuesto
Por el lado opuesto siempre
Hasta que me muera
Y llegar a la podredumbre

Silencio

De entre todos los que llegan a mi cuarto
Quiero escoger el becerro de oro
Quiero tomarlo aunque se enciendan luces y me queme
Quiero tomar al primogénito
Quiero lo que nadie quiere
Nadie
Soy sólo un hombre y no sé representar

Figura de ángel, que representa:

Soy Uriel
El séptimo ángel de dios
Soy Uriel el arcángel de dios
El predilecto
El que come de su mano el que bebe de su vino
Soy el bienamado
El arcángel que entrega las llaves del reino y que deja que el demonio

Se cuele por las rendijas
El hijo el predilecto y bebo de su mano y como de sus migajas
Y me alimento de sus sobras
Soy el que se sienta a su diestra
Soy el que soy

Silencio

Estoy abriendo las puertas del paraíso
Entrego las llaves y dejo que su señoría mire el valle el río la montaña
Las aves se espantan el río atruena
Cuando pone su mano sobre mi cabeza
Y me obliga a seguir

Silencio

Su señoría me da de comer entre sus manos y se adueña de mi voluntad y me agradece con un beso la entrada y el dejar abierta la puerta del reino y el entregar las llaves del reino a todos. Su señoría me agradece con una caricia en los cabellos. Soy el predilecto. Comparto su mesa su lecho su cena. Duermo bajo la zarza con su imagen la de su señoría apretada entre mis manos niñas. Me entrego a su majestad recojo el armiño el rebozo su capa de príncipe. Mi señor no puede verme mientras cometo este delito. No puede verme abriendo la granja al lobo. Soltando el chacal en medio del rebaño al lame puercos al come gallinas. No puede verme besando la dulce boca del bien amado

Silencio

Su señoría, huella, tierra, dobla hierba huele flor. El paisaje de mi cuerpo hierve. Las florecillas se queman. Mi cuerpo se quema cuando le doy las llaves cuando le entorno la puerta. El paraíso hierve. Mi sexo hierve cuando entro Hierve

En el margen de la arena en los bordes del espacio infinito asoma una mujer, bajo arcos de voces escucha un canto de ángeles que relata las últimas palabras de las dos figuras

Arco de Voces: Fue sólo una conversación
Entre palabras vanas el hombre besó al niño
Luego los golpes
Al final la partida
Una historia corriente nada más
No hay nada que investigar
Está todo claro
Ocurrió en un escenario público
A la vista de todos y de nadie
Un café una playa un urinario una cabina telefónica
Puedo acotar detalles o suprimir antecedentes
Volcar sobre la mesa indicios y más indicios
Agotar las palabras hasta retorcerme explicando los terribles acontecimientos
Fue una noche helada en un lugar vacío
En la periferia de la ciudad
En medio de un arenal infinito
Sin punto de partida ni de llegada
Ocurrió una noche ante los ojos de todos y de nadie
Figura de Ángel:¿Hablamos?
Sí. Eso hicimos

Silencio

Entonces yo me acerqué
Subí a su piso
Y hablamos.
Figura de Hombre: No, no. Apenas dos besos. Dos besos vacíos. Vino la noche y apareció esa mujer en la puerta mientras sólo nos dábamos dos besos y hablábamos. Nada más dos pequeños besos.
Figura de Ángel: En medio de la conversación aparece ella, una imagen venida del cielo con el oído lleno de coros de ángeles que le gritan, que no deje entrar al lobo al gallinero; la mujer que baja de nubes entre voces y gritos destemplados, de arcángeles entre caras perplejas, de hijos descubiertos que gritan, que claman, por el delito, por el pecado que estaba escrito sobre sus frentes, sobre mi frente desde antes de mi nacimiento.
Figura de Hombre: No es una mujer peculiar que entra en berrinche. Todo es tan peculiar que no merece comentario.


2 La madre analfabeta | 3 Cabezas de Juan interludio de voces | 4 Tango y muerte imposibles | 5 Las Meninas o la metáfora | 6 Señorito y Marinero | 7 Cocina de piedra | 8 Discurso del caudillo | 9 Trabalenguas de estrellas | 10 Señorito y Marinero en medio del mar | 11 Parte final o al tercer día | Versión de impresión

 

 


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