Dramaturgo / Manuela Oyarzún Grau  

 

 


Tracey-Ridícula (Reloaded)

de Manuela Oyarzún Grau

Tercer acto

Tracey realista...

El cuerpo de Alfonso sin movimiento. Agustín alza su escopeta y apunta hasta el corazón de su musa, así a quemarropa, le dispara a sangre fría.

Agustín: Y tú, porqué estás tan callado...
Acomodador: Estoy escuchando
Agustín: ¿Y?
Acomodador: Pienso.
Agustín: ¿En qué?
Acomodador: En qué pasará con la obra, ya no la podemos presentar, y qué le diremos al público, y qué dirá el público a la salida si no vio nada. Nos hemos pasado hablando de teatro y... Me estaba acordando del rescate del Teatro de Moscú, parece un título, no sé si lo leyó, sobre la tragedia de Nord Ost que costó la vida de unas 130 personas, algo así como los que caben en este teatro, los espectadores rusos, los "chechenios", y las tropas con sus metralletas, todos eran de verdad, que maravillosa angustia, se deben haber muerto de miedo... ¿Habría niños?... bueno, quizás... ojalá hayan pensado que era un juego. (Entra Tracey)

(Agustín dispara contra Silvio, el acomodador, Tracey lo contempla, Agustín le dispara a fusilar, ella no muere. Ella los mira, mira los objetos que la rodean, continúa recorriendo la vista por las butacas, es el teatro, estoy en un escenario, estos son los actores, me han engañado, que será todo esto, se pregunta Tracey ridícula, entendiendo, se permite un ensayo póstumo)

Tracey: ¿Por eso no muero? ¿Por eso soy porfiada y no muero? ¿Y los otros? ¿También tienen la sangre dulce y pegajosa como los huevos? No entiendo qué pasa, ni donde estoy. Si llegué hasta acá fue porque tenía algo que decir, alguna incidencia en la escena, alguna... por pequeña que sea... ansiecilla de poder transformado en una garra subterránea. Quería estar acá, me inventé todo un cuento sólo para ser escuchada. Yo también tengo asuntos que resolver. Ahora lo que me queda es resistir este balazo, ¿Ah?, ¿Qué alternativa es esa? Yo me termino al final de este cuento, o sea la muerte, o sea mi última historia, cómo explicar esto... ¡Que caiga el telón...! ¡Levanten las manos! (a Agustín) ¿Eso es lo que debo hacer? ¿Y cómo moverme? ¿Cómo resaltar la frase correcta? ¿Qué emoción encajo en mi cuerpo? Tú podrías contestarme esas preguntas, tú debes saber con tantos años de experiencia, tú me puedes explicar... Puede decirme donde está mi esposo... se me perdió... se parecía a él, pero el mío respiraba profundo.
Agustín: ¿Le molesta si me hago un café?
Tracey: Él amaba el teatro como yo... Yo ya no amo ni lo necesito tanto. Todos ustedes me caen mucho mejor cuando están acá, cuando mentimos, cuando nos encienden y vociferamos. Dígame si me equivoco, usted preparó un espectáculo con mi nombre... y el espectáculo... ¿Aún no empieza?, Usted nos ha engañado a todos. Usted es como un antagonista ¿Ve? Yo también sé. He estudiado. Todo se ve mucho más grande desde acá, hasta los botones de su camisa... (Se sienta cómoda) Ha pasado tanto rato y todavía tengo tantas preguntas que hacerle... olvídese, ya no tiene sentido, me duelen los huesos y la vejiga se me hinchó de nuevo con el vestuario que llevo puesto... (Muestra su espalda y en ella la frase) Mire, siendo bien sincera y poniéndome bien cómoda, todo lo que han hecho a mis espaldas me hace sentir patética. Encuentro ridícula la muerte de este hombre que se hace pasar por mi esposo, no me da pena, me da vergüenza, porque le di más de la mitad de mis parlamentos, durante mi vida, que dura esto, y ante usted, que se hace pasar por un desconocido, siendo que yo misma lo vi atrás de esta pared de cartón, y se hizo el ciego, y yo lo vi, no me saludó, y me hice la sorda, y me la creí, que tonta... me la creí toda... que imbécil... ¿Cómo se puede alguien creer todo esto? Creer en este soplo de segundo que me dio no sé quien, me pregunto. ¿Dónde estará ese que me dio la vida? En qué espacio desconocido se escribieron mis palabras, que venga el que me dio la luz y me hizo comprometerme entera. Te has preguntado de donde vienen tus deseos, ¿te lo has preguntado? Ese recuento de saber porqué realizaste tus actos y... Porqué no empezamos de nuevo, a ver si cambiamos los roles y probamos otra cosa, me hubiera gustado ser la otra para ver cómo se siente. Como se siente que te lo chanten mientras la otra se mea en los calzones. ¿Cómo se siente que te hablen golpeado? Nada de héroes, ni maestros, ni ricos, gente común... gente que trabaja en su país, que busca eso del oficio o algo que le guste y lo convierte en su trabajo, gente que ayuda a la patria con su vocación, que ridículo... esa actitud de trabajar para tu tierra para que la tierra crezca... la señal, me llamaron a servirle a la patria, a emocionarme porque soy una esclava, ¿Qué es esto, yo quiero la belleza pero soy una esclava, me parece tan raro, porque finalmente es lo mismo que ser un soldado, reclutado para servir. Esa es la cosa (le da sueño, como si una pastilla hubiese hecho efecto) Ya... (Toma con sus manos el arma) será pues, entonces: ¿Cómo me mato? ¿Cómo hago de este asesinato una trágica comedia? ¿Porque así termina o no? Pero no... Sabe que no... sabe que yo soy fome, en serio, y fome es todo lo que me entretiene, y fomes son todas las historias que conozco y cada una de las intrigas que me sé de memoria. Me voy a quedar sentada acá... yo admiro a los que todavía vienen y creen que esto tiene algún sentido. Por eso voy a cantar un rato para entretenerlos... (Canta rockera teatro, tu vida es puro teatro...) (La gente afuera aplaude) (Muere o no).

Tracey abandonando a Mía, actriz abandonando el personaje
Desde el público. Se levantan haciendo sonar sus manos. Puede ser esta escena simultánea o a la anterior.

(Tracey no se para...)

Adán: me llenó de lágrimas
Eva: casi me morí cuando le dispararon, si parecía tan real... no puedo explicarlo
Adán: tiene pasta mi niña
Eva: tiene talento, se nota
Adán: tiene una voz maravillosa
Eva: y esos movimientos, son tan graciosos
Adán: me la creí toda
Eva: me quedé con ganas de más
Adán: no quería que terminara nunca
Eva: ¿no querías? A mí me tenía nerviosa, tan flaquita, tan solita, casi me paro para apoyarla
Adán: ... pero dime hija, cómo te sentiste...
Tracey: (Tracey se levanta, muda, invadida por una tristeza originaria, llora desconsoladamente)

¿Por qué no me preguntan como me siento ahora? Si lo que sentí, ya pasó.



Fin


Introducción | Primer acto | Segundo acto | Versión de impresión

 

 


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006