Dramaturgo / Coca Duarte Loveluck  

 

 


Mala leche

de Coca Duarte Loveluck

La esposa

Escena 1: Leora a la puerta

 

Leora: (En off) ¡Jade! ¿Qué pasa? ¡Ábreme! (Lloriqueando). ¡Por favor, sé que estás ahí!

Jade va hacia la puerta, dándose ánimos.

Jade: ¡Hola!
Leora: (Se le tira a los brazos, llorando) ¡Jade! Tú eres mi amiga. Dime, por favor, lo que tengo que hacer. Hacía meses que lo notaba algo extraño, como ido, pensé en un principio que había vuelto a tomar pastillas, busqué en todas sus cosas y nada, me tranquilicé por un tiempo, pero siempre percibía como que ya no me quería, anoche no llegó por primera vez en toda nuestra vida de casados y por allí llegué a la horrible y única conclusión posible...
Angus: (Ríe nervioso) ¡Hola! Perdón.
Leora: ¡Angus! (A Jade) ¿Ves lo que te decía?. Si no está con él, ¿dónde está? (Aparte a Jade) ¿Qué hace éste aquí?... ¿Y con una mujer? Qué raro, Marcelo jamás se lo habría permitido, antes la habría conquistado él... (Se ríe).
Jade: No es así como lo recuerdo...
Leora: (Repentinamente comienza a reírse a carcajadas). Perdona, es que siempre que pienso que tú y Marcelo... (Ríe) No me extraña que no se llevaran bien, si no se parecen en nada, tú eres tan tranquila y él... (ríe) exaspera a cualquiera, ¡con lo acelerado que es!
Jade: Bueno, supongo que no era de eso de lo que venías a hablar...
Leora: (Tranquilizándose) Perdona, ya se me pasó. ¿Qué era lo que te decía?
Beatriz: ¡Horrible y única conclusión posible!
Leora: (Retoma el relato exactamente en el mismo estado en que lo dejó) Horrible y única conclusión posible: ¡Tiene una amante!
Beatriz: ¡Vaya novedad!
Angus: (La calla, disimula) Hablamos de otra cosa. (Le murmura cosas a Beatriz). ¡Cállate! Estás ebria.
Leora: ¡Qué relación más rara! Jade, eres un desastre, te digo que necesito hablar a solas contigo y ¡zas! dos invitados, no uno sino dos.
Jade: Llegaron de improviso.
Leora: Voy a esperar a Marcelo aquí, si no te importa, le dejé un mensaje en la casa. ¿Qué toman?. El clima es terrible, el tránsito es terrible, mi vida personal es terrible, ¿qué voy a hacer?
Jade: ¡Sepárate!
Leora: ¿Estás loca? aunque, ¿Por qué no?
Beatriz: Mátelos a los dos.
Leora: Jamás haría una cosa así, eso es para desesperados.
Jade: A lo mejor el destino te prepara una sorpresa.
Angus: ¿Quién te dice que lo que te imaginas es cierto?
Jade: No te metas, ¿no ves que es privado?
Leora: No te preocupes, mi deshonra ya es pública.
Jade: ¿Qué quieres decir con que es pública?
Leora: Desde que empecé a sospechar, me fijé en todas las miradas de los que nos conocen y ellos me lo confirmaron esquivando esas miradas. Como en todas estas situaciones, la última en saber es una.
Angus: Exageras.
Jade: No, es cierto... Es esa sensación de que todos te ocultan algo.
Leora: Es posible que sea alguna de nuestras conocidas, no sé qué me importa más, que sea cualquiera o una conocida.
Angus: Y, ¿qué te puede importar?
Leora: Bueno, una tiene su orgullo, ¿no?
Jade: Es peor que sea conocida.
Angus: No creo que tuviera una amante, sinceramente, nos habríamos dado cuenta de todo ese movimiento.
Leora: ¿A qué movimiento te refieres?
Angus: Ir de un lado para otro, tú sabes, correr de tu casa al trabajo, del trabajo a la casa de su amante... Piénsalo, Leora, ¿imaginas a Marcelo con otra mujer?
Leora: No me resulta muy difícil.
Angus: Si así fuera, me habría enterado, trabajo con él todo el día y... (Buscando una excusa) no hace más que hablar de ti.
Beatriz: (Apoyando su cabeza en el sillón) Sí, lo repite tanto, que ahora mismo es como si lo escuchara.
Leora: ¿Es cierto?... ¡Dios mío!. Y yo pensando todo el tiempo... pobre Marcelo. (Inquietándose) Pero, ¿cómo se explica que no haya llegado anoche?. ¡A lo mejor le pasó algo! ¿Y si tuvo un accidente?. Voy a llamar a la policía...
Jade: (Nerviosa) ¡¿A la policía?! ¡No! (Mira a Angus desesperada).
Angus: ¡Yo lo vi esta mañana!
Leora: ¿Dónde?
Angus: (Tratando de inventar algo) Bueno... yo pasé a tomarme un café y ahí estaba, sí, en la cafetería.
Leora: ¿Y estaba bien? ¿Qué te dijo?
Angus: Estaba muy...
Beatriz: (Entre risas) Callado...
Angus: ... si eso es, no se veía muy bien, parecía deprimido, eso debe ser, quería estar solo. A lo mejor le fue mal en un negocio, y...
Jade: Algo así...
Leora: ¿En serio?. Qué pena, pobrecito. A ver si aparece pronto... me tiene preocupada. ¿Está desocupado el baño? (Jade la hace pasar al baño).
Angus: No debiéramos haberle dado de beber, se le suelta la lengua.
Jade: ¡Hazle un café!
Angus: No puedo, si la suelto se cae.

Jade sale hacia la cocina muy enojada.

Beatriz: Nunca pensé tenerlos a todos juntos, ¡ahora sí que está bueno!

Angus le hace gestos a Beatriz de silencio y sale hacia la habitación de Jade, Beatriz se recuesta sobre el sillón.

Jade: (Preparando un café) Pensar que siempre Leora fue mi preocupación principal y ahora casi no me importa...
Beatriz: (Abraza el sillón) Pobre Marcelito, me hubiera gustado conocerte de verdad, hice todo lo posible por cruzarme contigo en la calle, pero no era más que un segundo. ¡Shh! ¡Shh! Sí, si sé, no te gusta ver a todos juntos hablando de ti, no es mi culpa, tú te lo buscaste, (ríe) siempre me dije que no ibas a terminar bien, con todo lo que hacías, bueno, ya da lo mismo ¿no es cierto?. A ver cómo termina todo esto (ríe) a ver si sales bien parado... Tal vez te pueda ayudar... aunque no sé si deba hacerlo... puede ser que me consiga un papel en todo esto... o más que un papel... ¡Un protagónico!

 

 

 

Escena 2: Beatriz, Leora entra

 

Leora: ¿Se siente bien? (La ayuda a levantarse).
Beatriz: No estoy acostumbrada a beber...
Leora: (Saca un pastilla de su cartera). Tome, hay que ayudarse para soportar la vida... Me parece haberla visto en alguna parte.

Beatriz va a tomarse la pastilla con Whisky.

Leora: No, no, no creo que le haga bien, no es una pastilla corriente. (Le sirve agua, Beatriz se toma la pastilla).
Beatriz: Vivo por aqui
Leora: Es extraño, su cara me es familiar.
Beatriz: Seguramente me confunde.
Leora: ¿Hace mucho que es amiga de Angus?
Beatriz: Poco.
Leora: Y a Jade, ¿la conoce hace mucho?
Beatriz: Sí.
Leora: Ella los presentó ¿ah?. Quizás conoce a mi marido, Marcelo.
Beatriz: Sí, sí, viene mucho por aquí... como le dije yo soy vecina.
Leora: (Curiosa) ¡Ah, sí! entonces se debe enterar de todas las entradas y salidas ¿no es así? Y, ¿alguien frecuentaba a Jade?. Siempre rodeó sus relaciones de tanto misterio, que lo único que hacía era provocarme más curiosidad. ¿Quiere otra pastilla? (Se la va a dar, retrocede) Aunque no sé si le hará bien.
Beatriz: En esta casa hay un fluido constante de personas, y en especial, un hombre.
Leora: (Pasándole la pastilla) ¿Quién?
Jade: ¿Y Angus?
Leora: (Disimulando) Jade querida, ¿cómo va la peluquería?
Jade: Bien. (Va hacia la habitación y saca a Angus de un ala hacia la cocina).

 

 

 

Escena 3: Jade, Angus en la cocina

 

Jade: ¿Qué estás haciendo en mi pieza?. Te dejo con Beatriz para que la cuides y te vas. ¿No ves que puede decirle algo a Leora?
Angus: ¡Yo también tengo mis problemas!. ¿O crees que eres la única a la que afecta la muerte de Marcelo?
Jade: Pensé que me estabas ayudando a mí, ¡y resulta que más encima, me metes en tus problemas!
Angus: Yo también tengo cosas que solucionar antes de que se sepa.
Jade: ¡Ah! Eso era. ¡Se acabó! Voy al living y lo digo todo, todito, no sabes el placer que me va a producir.
Angus: ¡No!. ¡Mejor explícame cómo fue que se murió y yo se lo explico todo a la policía!
Jade: ¡No hables tan fuerte!. Espera (le hace gesto de silencio, se quedan callados por unos momentos).

 

Beatriz, Leora en el living

Beatriz: No, nunca se quedaba a dormir, para mí que era casado...
Leora: (Cegada por la copucha) ¿Casado? Eso lo explica todo..
Beatriz: ¿Qué?
Leora: Que Jade no me quisiera decir nada.

Jade asoma la cabeza por la puerta de la cocina.

Leora: Mi marido siempre va de un lado para otro, es muy inquieto... Yo no entiendo nada de negocios, mientras traiga dinero a la casa, porque de traer, ¡Trae! (Le muestra un anillo). Mira lo que me regaló hace poco... decían que me quería por mi herencia, no es cierto por que él la aumentado. (Jade mete la cabeza). ¿No me puede decir nada más?
Beatriz: Noo, me siento mal... con permiso. (Va al baño).

 

Jade, Angus en la cocina

Jade: Bueno, tranquilicémonos, parece que Leora no sabe sino hablar estupideces, por ahí no creo que llegue a la pista de Marcelo. No nos pongamos el uno contra el otro, ¿está bien?. ¿Qué es lo que tienes que solucionar?
Angus: Es personal.
Jade: Si me lo quisieras decir sería más fácil.
Angus: Después te lo explico, por mientras sería bueno deshacernos de estas dos locas, o de Leora, por lo menos...
Jade: Está bien.
Angus: Jade...
Jade: ¿Qué?
Angus: ¿Lo querías?
Jade: No es el momento, y creo que ya no importa demasiado. Lo importante es que tú y yo estamos juntos, me comprometo a ayudarte y tú a mí, ¿está claro?. Vamos.

 

 

 

Escena 4: Leora, Angus, Jade en el living

 

Leora: Tu amiga está verdaderamente mal, se fue al baño.
Jade: No le hagas caso, siempre es así.
Leora: No. Es que le di una de esas pastillas y parece que le hizo peor... me decía que parece que te estás viendo con alguien?
Jade: ¿Yo? No... no.
Leora: Vamos, no lo niegues, ya lo sé todo.
Jade: ¿Todo? Por lo menos me podría haber dejado la satisfacción de decírtelo yo misma... y me lo dices con la sonrisa más estúpida. ¿Cómo te puede importar tan poco?. Me lo debería haber imaginado.
Leora: No es para tanto, es una lástima que sea casado, pero al fin y al cabo es un amante, ¿o no?
Jade: (A Angus) ¿Cómo puede ser tan tonta?
Leora: Bueno, perdona. Ya sé que no me debería meter, está bien... (Beatriz entra después de vomitar). No es tan terrible que uno se preocupe por la casi única amiga que le va quedando, por que no es simple curiosidad, ¿sabías que uno de sólo contar sus problemas se siente aliviado?. Haga lo que haga, siempre quedo como una tonta, ¿no es así?. No es mi culpa, después de todo ¡Ella me lo dijo!

 

 

Escena 5: Beatriz entra.

 

Beatriz: (Llora) ¿Mi vida?. Y mi vida ¿A quién le importa? ¿Alguien me ha preguntado algo de mi vida?. No, porque soy como todos ellos (señalando los departamentos) que viven en sus casas sin que les pase nada espectacular...
Jade: Créeme, es mejor así.
Beatriz: ¡No! Yo quiero que algo me pase... aunque sea sufrir.
Leora: ¿Y quién quiere sufrir?
Beatriz: Por lo menos es sentir algo... intenso, significativo. Camino por la calle y nadie me mira, camino por mi habitación y nadie me mira, ¡aunque las cortinas estén abiertas de par en par! ¡Lo he intentado todo!
Jade: No te pongas así, tienes buen material, déjame verte un poco.
Beatriz: No hay caso, es mi destino, voy a permanecer en el anonimato por el resto de mi vida.
Leora: Haz algo por ella , está desesperada la pobre...
Jade: Vero, Bea...
Angus: Beatriz.
Jade: ¡Beatriz! Ven te prometo que...
Beatriz: ¡No! ¿Ven? no se sabe ni mi nombre.
Jade: ¡Beatriz! ¡Ya, córtala! ¡Te voy a arreglar, mujer!
Beatriz: Nunca resultó, por más que lo intentó, nunca quedé como usted.
Jade: Ahora vas a ver que sí. Nunca lo hice con demasiado empeño.
Beatriz: No va a resultar.
Jade: (Zamarreándola) ¡Claro que sí!. ¡Y si no, puedes hacer lo que mierda quieras con la policía!
Leora: ¿Qué policía? Está bien que trates de calmarla, pero no pierdas el control tú también. ¿No ves que la asustas?. Ven Beatriz (la abraza) eso, así, así. Mira, te lo digo sinceramente, y no tengo ningún interés de por medio, Jade es la mejor maquilladora que he conocido, es más, con un simple cambio de peinado, puede hacer milagros, no es que tú necesites uno, no, pero a lo mejor el parecerte a ella no es lo que más te sienta.
Jade: Es cierto, cada uno tiene que buscar su propia imagen.
Beatriz: ¿Angus?
Angus: Estoy completamente de acuerdo.
Beatriz: Bueno, ya.

Jade se pone en acción, trae una maleta metálica con maquillajes de todas índoles.

Beatriz: ¡Ay, qué emoción!. Esto me recuerda cuando traía todas esas actrices famosas y las dejaba listas para las galas más importantes.
Jade: Sí, pero ahora calladita ¿ya?

La empieza a mirar con ojo artístico, le prueba paletas de colores en la cara para ver cuál funciona. Pausa.

Jade: No puedo, no puedo crearte una nueva cara con esa ropa que llevas puesta, simplemente no te puedo imaginar. Anda a mi closet y ponte un vestido o algo, pero por favor sácate eso!

(Beatriz sale) ¡ Y lávate la cara!
Leora: Hace tiempo que no te veía tan entusiasmada con un cambio de look, eran tu especialidad.
Angus: ¡Qué asco! Estás haciendo lo que se llama una "buena acción".
Jade: ¡Cállate! Lo hago por los dos.

Entra Beatriz con un vestido que le queda muy bien, Angus queda anonadado.

Leora: ¿Ves lo que te decía? Jade, hace años que no usabas ese vestido, para ella que es más juvenil, está perfecto.
Jade: Tú y tus aportadores comentarios. (A Beatriz) Ahora sí.
Beatriz: (Se pasea lánguidamente) ¿Te parece?
Jade: Veamos, "Si quieres romper corazones, más blanca que tus talones".
Leora: ¿Es verdad que "Dimitri" no es crespo natural?
Jade: Shhh...
Leora: Parece pintar un cuadro.
Angus: (Sin prestar atención) Mmmm.
Leora: Porque nunca la vi tan concentrada... Ya se ve distinta ¿o no?
Angus: Es sublime, ¿cuántas veces nos habrán engañado?
Leora: (Inquieta) Dan ganas de ayudar en algo, ¿te puedo ayudar?
Jade: Por el momento, con que te quedes quieta es suficiente.
Leora: Es una lástima estar aquí sin hacer nada.
Jade: (Se queda quieta mirando su obra) Lo que haría falta sería un "Mélange trois" (busca entre sus cosas).
Leora: ¿No tienes?
Jade: No.
Leora: ¡Yo te lo voy a comprar! ¿Ves que si puedo ayudar? ¿Mélange trois? ¿Necesitas algo más?
Jade: (Estupefacta) No. (Le pasa plata).
Leora: No, quiero colaborar. Y puedo aprovechar de comprar algunas cosas que necesito para mí. ¡Vuelvo! (Sale).

 

 

 

Escena 6:

 

Angus: (Irónico) ¡No te demores mucho!
Jade: Saquémoslo de ahí... No soporto más sentármele encima
Angus: ¡No lo puedo creer! No tuvimos que hacer nada, simplemente la aburrimos.
Jade: Siempre la aburrimos a la pobre, ya no se aguantaba las ganas de ir de compras para apaciguar su ansiedad. (Abren el sillón).
Jade: Uy.
Beatriz: ¡Oh! Qué estupendo era.
Angus: Está completamente blanco. (Le aprieta los cachetes para ver si se pone más colorado).
Jade: Había pensado que lo metiéramos a su auto y lo tiráramos al río, Pero cuando mueren ahogados no los muestran en el velorio, no sé si podría ir a su funeral sin mirarlo por última vez...
Angus: Tómale una foto.
Jade: ¿Estás loco? ¿No será peligroso?
Angus: Basta con que tengas cuidado de no perderla.
Beatriz: Yo creo que es buena idea.
Jade: ¡Bueno!

Jade sale a buscar la cámara y vuelve.

Jade: Ustedes la toman.
Beatriz: Podría ponerse un poco más natural.

Angus le pasa la cámara a Beatriz y va a arreglar la foto, moldeando a Jade y Marcelo.

Jade: ¿A ver? (Va a mirar a través del lente). Se ve tan marchito, ¿qué se podría hacer? (Busca entre sus maquillajes).
Angus: ¡Ah, no! Me parece demasiado, Jade.
Jade: Puede ser mi obra maestra, imagínate: ¡darle vida a una cara!

Jade comienza a maquillarlo.

Beatriz: Eso sí que es lo que se llama un maquillaje "corrector".
Jade: (Mientras lo maquilla) Así muertito, yo era la única que lograba seguirte el paso y ahora estás tan tranquilito. Si hubieras sido así vivo, aún lo estarías, seguramente.
Beatriz: (Sorprendida) Está tomando color.
Angus: Ya, Jade, basta. Me da escalofríos.
Jade: Apuesto a que se quedaría en mi cama toda la noche sin moverse ni un pelo y yo podría despertarme en medio de la noche y mirarlo y apoyar mi cabeza en su pecho y...
Angus: Nada, no sentirías el latir de su corazón. Está muerto.
Jade: Está tibio. ¡Se movió!

Los tres se repliegan en una esquina del living, asustados.

Angus: No puede ser.
Beatriz: No, no, lo imaginó...
Jade: Me dio miedo, es como si nos mirara.
Beatriz: (Con evidente temor). Ahora sí que parece vivo.
Jade: Nos debe odiar desde donde esté. Creo que esto nos puede traer una terrible maldición.
Angus: No seas tonta, dame la cámara.
Beatriz: Perdón, pero creo que hay cosas privadas.

Beatriz cierra las cortinas, las de la cocina también se cierran. Sólo podemos ver un flashazo.

 

 

Escena 7: Detrás de las cortinas.

 

Angus: Jade, ya basta. (Flash).
Beatriz: Esa está espectacular. Jamás se me habría ocurrido. (Flash, ríen).
Angus: Tú algo tienes.
Jade: Claro que tengo, si no, no sé cómo habría soportado todo esto.
Angus: Dame.
Jade: Se acabó.

Suena el timbre. Después de una pausa breve en la que hay movimiento y voces susurradas, al abrirse las cortinas, Marcelo ha desaparecido y todo parece muy normal.

Angus: (Mirando por el ojo mágico) Es tu hermana.
Jade: ¡Por fin! Hazla pasar.

Angus lleva aparte a Jade, Beatriz se mira al espejo.

Angus: Jade, no tienes que hacer esto. ¿Para qué te vas a torturar más?
Jade: Más bien va a ser una satisfacción torturarla a ella...
Angus: Déjala que se vaya, dijiste que me ibas a ayudar ¿o no?
Jade: Está aquí en la puerta, ¿qué te puede importar que entre?
Angus: Quiero arreglar algo con Marcelo, y ella no haría más que interferir...
Jade: ¿No será para protegerla de mí? (Ríe). Estaría bueno.
Angus: ¿Son socios o no? Se trata sólo de negocios. Tienes esa facilidad para armar intrigas donde no las hay.
Jade: Más te vale que no las haya, he descubierto demasiadas traiciones hoy día.
Angus: No abras.
Jade: Si me lo explicas.
Angus: No puedo.
Jade: Lo siento, es algo que tengo que hacer. (Va a abrir la puerta).
Beatriz: ¡Espera!. Probemos mi nueva personalidad, no le digas nada a tu hermana, hazme pasar por alguien importante. (Jade asiente agotada y abre la puerta).


El cadáver | La plata | Versión de impresión

 

 


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006

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