Dramaturgo / Karen Bauer  

 

 


Ser cobarde en Paris

de Karen Bauer

Uno

La casa familiar


(Una pared llena de fotografías, a lo lejos el sonido de una retroexcavadora que se acerca)


Ralf: ¿Este quién es?
Ana: Tú
Ralf: ¿Alguna vez tuve el pelo largo?
Ana: cuando entrabas al colegio
Alexandra: Traje flores
Ana: Ha venido poca gente será mejor prender la radio
Ralf: Él se quería morir, si te sirve de consuelo
Ana: nunca tuvo a una mujer
Ralf: Eso no es verdad, nos tiramos a unas hermanas entre los dos
Ana: ¿Es tu novia?
Alexandra: Linda casa
Ana: Gracias
Ralf: Si
Alexandra: Alexandra. Encantada
Ana: ¿Van a casarse?
Ralf: No
Alexandra: ¿Era el mayor?
Ana: si
Ralf: No
Ana: Ese eres tú
Ralf: No, yo nunca he ido a Paris
Alexandra: ¿cuál fue la causa?
Ana: hace dos años que su enfermedad empeoró, se fue consumiendo poco a poco
Ralf: desconocida. Yo nunca he ido a Paris
Ana: una enfermedad desconocida que lo fue consumiendo
Alexandra: es una lástima, era muy joven, morir justo en el día de su cumpleaños, empezar y terminar en el mismo punto
Ana: desde niño
Ralf: este no soy yo, yo nunca he estado en este café, lo recordaría
Ana: trajiste esta miniatura de la torre Eiffel y te robaste este pedazo de la mesa de Hemingway
Alexandra: yo no conozco Paris
Ralf: yo tampoco


(Suena el timbre)


Alexandra: no se moleste yo voy


(Entra Adolfo)


Adolfo: hola
Ana: hola, es Adolfo, su mejor amigo
Adolfo: Mi más sentido pésame a todos, que cosa tan horrible
Ralf: ¿fuiste a Paris?
Adolfo: hace dos años, con tu hermano
Ana: ¿quieres tomar un whisky?
Alexandra: la ayudo
Adolfo: ¿tú eres su hermano? ¿346x3?
Ralf: si
Alexandra: 2672
Adolfo: yo su amigo, su mejor amigo un gusto de conocerte
Ralf: ¿te tiraste hermanas con él?
Adolfo: no sé si eran hermanas
Ralf: ¿se robaron un pedazo de la mesa de Hemingway?
Ana: toma. Adolfo va a vivir aquí.
Alexandra: ¿cuántos años cumplía?
Ana: los mismos que tiene Adolfo
Adolfo: tengo 23
Ana: vamos a botar esta pared, a construir un segundo piso, a traer un retroexcavadora para la nueva piscina...
Adolfo: la pieza...
Ana: La pieza vacía no será tocada.
Adolfo: se transformará en un pequeño estudio... en realidad aprovecharemos el terreno... El auto
Ana: vamos a vender el auto e invertir el dinero
Adolfo: yo vendería la casa pero entiendo que es una herencia familiar, además Ana no quiere, ¿tú Ralf volverás a Concepción?
Ralf: ¿tendré que irme?
Ana: dijiste que lo harías
Ralf: acabo de llegar
Adolfo: hasta que arregles tu situación.
Ana: tu cambio de carrera.
Adolfo: hasta que te estabilices
Ana: hasta que encuentres una nueva pensión
Ralf: yo...
Alexandra: hablamos de vivir en mi departamento, herencia de mi abuelo
Ralf: Alexandra Esquivel era mi novia, siempre usaba vestidos, era fácil hacerle el amor, me gustaba levantarle solo la falda, ella siempre prefería desnudarse completamente.
Era agradable y culta, siempre que hacíamos el amor permanecía callada, solo me miraba y me abrazaba, yo la observaba.
Una tarde cansado de hacer el amor sobre la tierra, decidí llevarla a un motel, la habitación era de paredes burdeo y la cama en los mismos tonos, Alexandra recorrió la habitación, entró al baño y salió riendo, creo que estaba feliz, yo no. ¿Este lugar te parece agradable?
Me respondió que si y me pidió que la besara, lo hice. Su cuerpo se relajaba y se volvía blando, la besé con más intensidad y sus hombros se contrajeron, sus piernas rígidas y sus dedos crespos, como si no tuviera huesos, la solté y la miré, pensé que diría algo pero no lo hizo, me abrazó.
Sentí ganas de mear, ella me quería acompañar, le expliqué que era un asunto privado, que prefería hacerlo solo pero insistió, le pedí que no siguiera con eso, que no tenía sentido, pero ella insistió ¡entonces no mearé! La besé con mucha fuerza, puso su pierna sobre mí y el roce de los sexos me calentó y me dieron más ganas de mear, me meaba, me paré y corrí al baño, ella me siguió, me observaba mientras trataba de bajarme los pantalones, no lo logré, le pedí que se fuera, le rogué que me dejara, se agachó frente a mi y me miró fijamente, yo temblaba, ella quiso desabrocharme los pantalones, le pedí que no lo hiciera, le detuve la mano, le rogué que se fuera, le rogué, le rogué, le rogué tanto. Ella me vio mientras me meaba en los pantalones.
Ana: me parece perfecto, tendrás que buscar un trabajo
Adolfo: podríamos trabajar juntos, me dedico a la compra de autos, de motos, de vehículos en general, pienso instalar un garaje o una compraventa de vehículos nuevos y usados, no solo nuevos
Ralf: no soy bueno para las ventas
Alexandra: ¿cuándo es el entierro?
Ralf: mañana
Adolfo: ¿va a pasar la noche aquí?
Alexandra: ¿dónde más?


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