Dramaturgo / Karen Bauer  

 

 


El sentido del deseo

de Karen Bauer

Siete

Habitación matrimonial. Antón lustra un par de Zapatos del Barón. Entra Odette, trae su maleta.


Antón: ¡Odette! ¡estás congelada! Odette... Odette, háblame, Odette
Odette: ¿Qué haces aquí?... ¿Qué haces aquí?
Antón: El Barón me ordenó que lustrara sus Zapatos
Odette: ¿Te ordenó?
Antón: Prometió darme clases de Música, me escuchó tocar y dijo que podría ser un gran músico, ¡un músico de la corte!... pero debo estudiar y me ofreció ser mi profesor. No pude explicarte, me prohibió salir de la casa...
Odette:... ¿Tocaste para el Barón?
Antón: No te preocupes no toqué tu melodía, toqué una que escuché por ahí... cualquier cosa
Odette: Esperé y esperé y esperé... él no va a enseñarte nada, no tienes nada que aprender de él
Antón: Por supuesto que si, la gente poderosa sabe de música
Odette: ¡Para qué quieres saber más! Mi Antón, mientras más entres en esta hermosa casa tus melodías serán más y más y más feas...
Antón: En vez de alegrarte por lo que me ha pasado inventas esas frases que no entiendo
Odette: Así eres perfecto... no debes entender nada
Antón: Egoísta
Odette: Eso no es verdad
Antón: Si, si egoísta ¡La única cosa buena que me pasa en la vida y me pides que lo deje!
Odette:
 ¡Bueno, esto no es bueno!
Antón: ¡Lo dices tú que siempre has tenido vida de señorita!
Odette: Eso no es verdad
Antón: Una cama caliente, regalos... ver un jardín al despertarse... ¿por qué no puedo querer yo lo mismo?
Odette: ¡Porque no es gratis!. ¡Trato de guardar tu olor pero siempre es el olor del Barón el que queda en mi cama! No es gratis, estos espejos no son gratis
Antón: Hasta piensas como una señorita... no creas que pagas un precio tan alto por lo que tienes... en el mundo nada es gratis
Odette: Tú no hablas así
Antón: Sólo piensas en ti. Afuera no resistirás ni un día ¿adónde vamos a vivir? ¿En mi Casa?. ¡Ja!. Me dejarás...
Odette: ¡nunca!
Antón: ¡No vas a soportar, no vas a soportar el frío ni las costuras de las sábanas rompiéndote la espalda, no vas a soportar parir hijos bajo ese frío y me vas a odiar me vas a odiar por habértelos puesto dentro!
Odette: ¡Basta!
Antón: No quiero que me odies
Odette: Nunca va a pasar
Antón: No quiero que me dejes
Odette: Nunca
Antón: Lo harás, vas a odiarme por hacerte dormir en esa cama inmunda que tanto odio, mi cama no huele a perfume Odette
Odette: ¡Yo sé cual es el olor de tú cama... me tomas por una imbécil!
Antón: Te tomo por la princesita del Barón, la niña que riega sus plantas, que limpia sus espejos, la princesita que no conoce otro cielo
Odette: ¡La princesita que debe apretar los dientes cada vez que el viejo se le mete a la Cama!. No más
Antón: ¿A quién amas?
Odette: Por ti tengo vida
Antón: El barón no es dueño de todo, pero hagámosle creer que lo es
Odette: ¡Vámonos de aquí!
Antón: Odio el frío de la calle tanto como tú odias al Barón... esto es de los dos.
Odette: No tengo miedo
Antón: Lo tendrás
Odette: Ya lo tengo, tengo miedo de que después no me quieras más
Antón: Eso no va a pasar (toca la flauta) cada vez que la escuches sabrás que eso nunca sucederá
Odette: ¿Cuánto tiempo?
Antón: No lo sé... Si decides irte te dejaré
dette: ¡Me amenazas!
Antón: yo también me iré y romperé esta flauta que no servirá de nada, después voy a dejarte. Prefiero dejarte yo antes de que me dejes y me odies
Odette: Piensas desde tus miedos
Antón: Es terror Odette, es terror
Odette: ¿Tanto miedo?
Antón: Tanto te amo.


Uno | Dos | Tres | Cuatro | Cinco | Seis | Ocho | Nueve | Diez | Once | Doce | Versión de impresión

 

 


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006