Dramaturgo / Benjamín Galemiri  

 

 


Tartufo / Seductor

de Benjamín Galemiri

Escena 1

Escena 1

La  muy dominante Madame Pernelle sale rauda como un meteorito de la mansión de su hijo Orgón, la atrevida aunque al mismo tiempo tierna Elmira la sigue desconsolada, y trás ella, como en un Hiper-Desfile Felliano, atolondrado y eterno, Damis, Dorina, Cleanto, Valerio.

Madame Pernelle: Me alejo
Destemplada
Me distancio de todos ustedes:
Falsos emprendedores
Desengañada

Es verdad
Me retiro de tu casa muy contrariada
No veo a nadie sintonizar   con mis enseñanzas.
Son todos unos descreídos morales.
Quieren salirse del marco constitucional con tal banalidad.
Estoy asqueada.

(A la por siempre exaltada aunque tenazmente fiel Dorina)

Y tú, Dorina
Me pareces una jovencita muy precipitada
Siempre terca.
Para todo tienes un discurso
Pero tus palabras son tan livianas y frívolas como el viento que sopla entre nuestros cabellos.


(Al calamitoso y ultratímido Damis)

Damis
Mi nieto
Eres una verdadera estafa
Te lo digo yo
Que soy tu abuela
Cien veces cien le he dicho a mi hijo
Tu padre
Orgón
Que tu desapego al trabajo te ha transformado en un perfecto dilettante
Y que a cambio de una educación cara y enjundiosa
Solo le responderías como un perdedor.

(A la indulgente y siempre bañada en lágrimas, Mariana)

Mariana, hermana de este vulgar especímen
Falsa discreta
Trás tu máscara de inocente paloma
Llena de presunta bondad engañosa y vacía
Nada es más despreciable
Que el agua que se hace la quieta y transparente
Y que en el fondo esconde un río de basura

(A la volcánica y caprichosa Elmira)

En cuanto a ti, Elmira
Aunque hiera   tus sentimientos pulidos
Tengo el deber de cantarte bien claro las cosas.
Tu conducta es horrible
Tú que deberías ser un referente válido para tus hijastros.
Ya que sin duda su difunta santa madre lo habría hecho mucho pero mucho mejor que tú.
Frívola.
Gastadora.
Me repugna verte disfrazada como una falsa princesa
Si tanto amas a tu marido como majaderamente repites
¿Por qué te vistes comme una puta?

(Al exasperante y reiterado políticamente correcto Cleanto)

En loque respecta a ti Cleanto
Hermano de Elmira,
Y aunque me cueste aceptarlo
La verdad es que no me caes nada mal
Y hasta se diría que te tengo un cierto cariño.
Pero si yo fuera mi hijo Orgón
Te tendría absolutamente prohibido entrar en nuestra casa.
Tus discursos me parecen patéticos
Nadie decente debería escuchar tus aberraciones
Me marean tus commentarios sin glamour.
Soy franca.
El país ya me conoce.
No voy a ocultar lo que dicta mi corazón.
De manera que digo las cosas por su nombre.
Damis:Seguramente abuela
Su amigo el señor Tartufo
Estará muy feliz
pleno, realizado
Se sentirá todo un emprendedor top.
Power
¿No es verdad?
Madame Pernelle: Él es uno en un millón
Es un sabio a quién hay que escuchar con reverencia
Y me dan ganas de agredirte salvajamente al entrever en tus palabras
Un aparatoso y tonto dejo de ironía contra él
Damis: Qué?
Ahora tenemos que seguirle el amén
A un reprimido beato y abominable consultor/neo-opinólogo   como Tartufo
¿Cómo?
¿Debemos entregarle en bandeja el poder a un vulgar suplantador de la verdad?
¿Así que a partir de ahora ese seudo-renovado transversal administrará nuestras risas y lágrimas?
Dorina: Si siguiéramos sus prédicas
Deberíamos estar todos encerrados en un convento
Ya que para este presumido asesor familiar todo es pecado y crimen
Madame Pernelle:
Así es
En efecto
Todo lo que es considerado como censura en su banales mentes,
Para él
Es palabra de Dios
Se esfuerza en llevarnos por la senda del cielo y del crecimiento económico.
Ruego que mi hijo Orgón los obligue
A amarlo tan intensa y fervorosamente como lo hace él.
Damis: No hay padre
Ni presidente
Ni ministro
Ni partido político
Ni corte suprema en el mundo que puedan obligarme
A adorar a ese impostor
Estaría traicionando el fondo de mi corazón si me dejara llevar por sus inauténticos y mal
redactados discursos
Me temo
Que en algún momento de esta historia
Todas sus mentiras y maldades
Me empujarán a atentar contra él.
Dorina:
Da rabia comprobar
Como un perfecto desconocido como Tartufo
Que al llegar a esta casa no tenía ni zapatos propios
Y vestía solo un traje ajado
Resulta que ahora
Con sus conceptos huecos y superficiales
Produce tal impacto
existencial
Que se erige como un filósofo
Una figura paternal
Un líder.
Madame Pernelle: Cómo cambiaría nuestra vida
Nuestra forma de ser
Nuestro día a día
Nuestras convicciones más arraigadas
Si nos inspirásemos en sus fervorosas prédicas.
Dorina: Asúmalo Madame
En su mente pueril
Tartufo se ha posicionado como un falso profeta.
Créame
Cada uno de sus actos están motivados por un solo fin
posicionarse
posicionarse
y reposicionarse maquiavélicamente
día a día
segundo a segundo
como un lento pero letal veneno
No le entregaría ni un minuto de confianza a ese sujeto
Ni menos a su impresentable asistant managment llamado Lorenzo.
Madame Pernelle:
No pondría las manos al fuego por su asistant managment
Pero soy capaz de quemarme a lo bonzo por Tartufo.
En el fondo están perplejos y celosos
Porque sus palabras son como el trueno celestial de la pura y santa verdad.
En un país de quince millones de envidiosos
Tartufo, como siempre, pone el dedo en la llaga
Desenmascara al pecador
Nos deja cara a cara frente a nuestras propias mentiras
Bendito Tartufo
Que sea siempre impulsado por el cielo y el empresariado.
Dorina: Okey.
Vale.
Pero
¿Por qué desde un tiempo a esta parte Tartufo se irrita tanto
con cualquier persona que visita esta casa?
Una pregunta suelta
Así al pasar
Sin segundas intenciones
¿En qué puede ofender al cielo
Al ejército
A la corte de apelaciones
Al consejo Nacional de Televisión
Al comité de Censura cinematográfico
Al episcopado
-A quienes él majaderamente invoca-
¿Una inocente visita?
¿Me puede explicar su errática actitud?

(A la muy templada aunque ardorosa Elmira)

Para mí que está muy celoso de Madame Elmira.
Madame Pernelle: Silencio
Usa tu cabeza
Mete ésto en tu disco duro
No es solo Tartufo quien reprueba todas estas visitas
Por ejemplo aquel infame ruido que arrastran esos sujetos
O esos carros que se estacionan sin cesar en la puerta
Y esas despreciables partuzas que sus abominables amigos se obstinan en producir
Hace justificada la ira de toda la comuna
¿Pensarás que crea que aquí no pasa nada?
Todos los medios de comunicación hablan de ello
Dicho sinceramente
No me parece.
No me hace sistema.
No me hace click
No me resuena.
Cleanto: ¿Qué busca Madame con sus sentencias tan prejuiciadas?
¿Imponer una nueva ola de conservadurismo?
¿Qué clausuren el Restaurant Liguria de Providencia esquina Manuel Montt por bullicioso?
Que Dios no la oiga
Sería demasiado triste.
Sería lamentable madame
Que por aquellos infamantes murmullos
tuviéramos que renunciar a nuestros mejores amigos.
Y si por ejemplo usted lograra hacerme callar
¿Cree que tapará la boca de todo el mundo?
Contra la mala vibra   no vale la pena combatir.
Mejor será
No escuchar todas esas necias calumnias
Propongo más bien vivir con entera inocencia
Y dejemos que los charlatanes de siempre tengan licencia para mentir y mentir impunemente
Sobre nuestro territorio en agónica transición.
Dorina: ¿No será acaso esa frígida vecina nuestra, llamada Dafne
y su impotente marido los que pierden su tiempo hablando mal de nosotros?
Siempre son los más ridículos y despreciables
Los primeros en descuerar al prójimo
A la más mínima señal de amistad que les otorgas
Se ocupan de esparcir la noticia
En la que ellos se pintan a sí mismos como seres excepcionalmente dotados
De una virtud y talento que nunca jamás han poseído o poseerán.
Ocultándose en sus fétidas máscaras a través de las cuales se muestran como grandes inocentes
pero urdiendo sus repugnantes intrigas
Practicando aquel milenario defecto humano de ver siempre ver la paja en el ojo ajeno
Y naturalmente
Exculpándose de toda culpa
Política
Personal
Familiar
Global.
Sectorial.
Satelital
Madame Pernelle:
Tus argumentos no me tocan en lo absoluto.
Es bien sabido que nuestra vecina es ejemplar
Todos sus actos están consagrados al cielo y a la junta de vecinos
Y hay miles de testigos que indican que ella condena abiertamente
El tipo de vida licenciosa que se practica aquí adentro.
Dorina: Si.
Es verdad.
Aparentemente nuestra vecina vive como una mujer austera.
Pero parece que los años han introducido en su corazón ese ardiente celo hipócrita
Aunque
Siendo joven
Nunca se privó de gozar harto pero harto de su cuerpo
Pero al pasar los años y notar que se apagaba el brillo de sus ojos
Finge renunciar al mundo que la rechaza
Con el aparatoso velo de una elevada y presunta moral
Encubre la verdad de sus ajados y perdidos hechizos.
Es el implacable juicio de las que fueron coquetas en alguna época
Y que no soportan ser despreciadas por sus galanes de antaño.
En su oscura situación actual
No encuentra otro papel que el de gran cínica
Toda esa supuesta severidad de las mujeres autonombradas de bien
No por caridad
Sino sometidas por la envidia
Al no poder aceptar que otras mujeres ahora gocen los placeres que alguna vez fueron suyos
Y que la edad les arrebata con justicia poética…
Madame Pernelle:

(A la elegante aunque discretamente lujuriosa Elmira)

Sin duda son esta clase de fábulas y mentiras las que te agradan tanto, nuera mía.
Es un hecho que en tu casa tú eres la única que tiene derecho al
micrófono.
Pero por esta vez única vez
Hablaré.
Para proclamar que lo más acertado que ha hecho en toda su vida mi hijo
Ha sido acojer en su casa a ese piadoso personaje llamado Tartufo
Sin ninguna duda un enviado del cielo y de la clase media
Para que vuestras almas descarriadas y podridas
Abracen por fin el camino recto
Entiéndalo de una vez
Es por su bien
Tartufo
Tiene razón
al censurar
lo que censura
cuando censura
lo que censura
Esas demasiado acaloradas y sudorosas conversaciones nocturnas
Esos despreciables bailes cuerpo a cuerpo
Todas esas actividades propias del sexo
Provienen del espíritu maligno
No recuerdo una sola palabra piadosa en esta casa
Lo que puedo rememorar son solo frases vanas,
Ese infamante hip hop rap y tecno-rock
y tanta frivolidad
Leo por todas partes
Mil infamias   contra tales bacanales
Es como la Torre de Babel
Todos hablan nadie oye
Ahora no quiero decir nada más.
Estoy agobiada
Estoy apenada
Estoy desilusionada
Estoy extenuada
Estoy apestada
Adiós nuera
Adiós


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