Dramaturgo / Marco Antonio de la Parra  

 

 


La pequeña historia de Chile

de Marco Antonio de la Parra

14. El acto civico

Loureiro: ¿hay himno?
Muñoz: lo tengo aún en mi bolsillo.
Loureiro: ¿con una o dos estrofas?
Muñoz: creo que es el de una...
Loureiro: ¿y la radio casette?
Muñoz: ay... no sé... no sé dónde quedó...
Loureiro: cante usted entonces.
Muñoz: ¿cómo era?
Loureiro: puro chile...

Introducción del himno nacional tarareado por la sra. Muñoz.

Loureiro: así era, así era...
Fredes: no hay bandera.
Muñoz: que sea imaginaria.
Loureiro: no hay mapa.
Muñoz: que sea imaginario.
Fredes: ¿y los alumnos?
Muñoz: ahí están. siempre están ahí. Por ahí deben andar.
Loureiro: ¿quién habla?
Muñoz: ¿quién queda como segundo de a bordo?
Fredes: ¿no habría que esperar una comunicación del ministerio?
Muñoz: tardará mucho. No llegará a tiempo.
Loureiro: ¿y si decimos que está vivo?
Muñoz: tal vez.
Loureiro: ocultemos su muerte. ¿Quién se dará cuenta?, ya no hace clases, apenas hablaba...
Muñoz: ... en los actos cívicos.

Las dos profesoras observan al joven.

Fredes: ¿qué miran?, ¿qué les pasa?
Loureiro: ¿y si usted dice que es el Rector?
Fredes: yo... yo soy muy joven...
Muñoz: ellos casi no prestan atención.
Loureiro: hágalo ¿ya?
Muñoz: por nosotros, por la historia de Chile...
Loureiro: piénselo, somos cada día menos, pronto desapareceremos del todo...
Fredes: no, no podría...
Rector: ¿no lo harías siquiera por mí?
Fredes: ¡usted está muerto!
Muñoz: todos los estamos.
Rector: ¿no lo harías por defender nuestra causa?
Loureiro: el himno termina. Si no hacemos algo se desordenarán totalmente...
Rector: yo no puedo... huelo a muerto... caería a pedazos en medio del acto...
Fredes: ¿y qué hago?
Muñoz: cualquier cosa...
Loureiro: una historia de derrotas, de resistencia, de porfía...
Fredes: no sé... ¿el combate naval de Iquique?
Muñoz: ¡hoy no es 21 de mayo
Rector: invente algo... ¿no sabe que inventamos casi todo?
Fredes: no lo creo posible...
Loureiro: ¡el himno termina!
Muñoz: lo haré yo...
Rector: me decepciona, Fredes.
Fredes: déjeme a mí. La alegoría de la nación. Yo, el uno, soy el estado. Usted, la dos, sra. Loureiro... la educación.
Rector: hermoso, Fredes.
Muñoz: yo los caso... la tres... soy la ley...

Canta la marcha nupcial. Danzan el ritual.

Muñoz: ¿sr. estado, acepta a la educación como gestora de la nacionalidad, y creadora de la conciencia de la patria, el futuro del país, y la riqueza de la sabiduría, y el conocimiento como trampolín de progreso?
Fredes: sí, acepto.
Muñoz: ¿y usted, sra. educación, acepta al estado como sabia y desinteresada guía de sus principios, sin renunciar jamás a un interés que abarque a toda la sociedad completa, justa e integrada?
Loureiro: sí, acepto.

Entra Sanhueza.

Muñoz: los uno en matrimonio, y creo la nación de Chile, firmen aquí, por favor.
Rector: ¡Sanhueza!, ¡ha llegado justo a la fundación de Chile!
Fredes: ¡el estado!
Loureiro: ¡la educación!
Muñoz: copulan alegremente sobre la tierra patria...
Sanhueza: ¿el estado y la educación?, pues aquí viene la mano invisible del mercado...

Desenvaina una regla. Asustado, Fredes coge otra. Muñoz y Louriero cortan tiza para aprovisionarse.

Sanhueza: los destruiré a ambos por caros e ineficientes. no gastaré un peso más en ustedes. los haré pedazos...
Fredes: me defenderé con rectitud y nobleza...
Sanhueza: los corromperé con mejores sueldos... créditos y deudas... bienes preciosos... concursos... cederás, ya verás que cederás... en guardia...

Combaten. Sanhueza vence ya que una fuerza invisible atrapa a Fredes.

Fredes: algo me sujeta, no puedo más...
Sanhueza: es mi mano invisible... ¡aleluya!

Fredes cae abatido. Sanhueza lo pisa, triunfador.

Sanhueza: venga... me caso con esta guapa mujer...

Toma a Loureiro.

Sanhueza: que la ley nos una...
Muñoz: la ley dice...
Sanhueza: si la ley se opone... ¡cambiamos la ley!
Muñoz: la ley decía...
Sanhueza: ¡cásenos, o nos vamos a otro lugar más barato y más rápido!
Muñoz: yo los uno para siempre...
Sanhueza: la educación y el mercado... verá qué lindos nos van a salir los niños...
Muñoz: está llorando...
Sanhueza: mi amor, qué le pasa...
Loureiro: con usted no siento nada, es frío e impersonal, es cruel... no puedo... estoy embarazada... (muestra a Fredes ) de él...
Sanhueza: pues tendrá que abortar... todo ha cambiado... nada es igual...
Muñoz: la ley dice...
Sanhueza: ¡cambiamos la ley!

Sanhueza canta un himno de Victoria. Mira a educación abrazada con estado y con ley. Los pisotea y levanta su regla, triunfante. Mira su arma y la arroja lejos, decepcionado.

Sanhueza: tampoco funciona.
Loureiro: pero... estaba bien emocionante.
Sanhueza: la historia no es un panfleto.
Fredes: yo iba a tomar mi revancha...
Sanhueza: no sé, sentí un vacío, como que nada me importara... no sé...
Muñoz: la próxima vez no aguantaré tantos cambios...
Loureiro: si ya terminó el acto, mujer.
Sanhueza: no sentí la salvación, ni el futuro esplendor, ni la gloria... nada... me ví corriendo con bolsas de papel... cargado... no, no sirve, no sirve...
Rector: ¿volvió, señor Sanhueza?
Sanhueza: (a Fredes ) ¿por qué está tan pálido?
Fredes: ha muerto.
Sanhueza: le fue peor que a mí... yo casi lo estoy.... no se ve mal después de todo. ¿Le cierro los ojitos?

Lo hace pero el Rector los vuelve a abrir. Dos veces lo mismo.

Sanhueza: siempre fue porfiado.
Rector: le pregunto si volvió, Sr. Sanhueza?
Sanhueza: ¿y usted?, ¿no estaba muerto?
Rector: ¿volvió?
Sanhueza: sí, volví.

Le cierra los ojos. el Rector los vuelve a abrir. Una y otra vez. Silencio.


1. El sueño de Sanhueza | 2. El mapa | 3. Todo se pierde | 4. Fredes | 5. El Sr. Toledo | 6. El dibujo | 7. Algo en el aire | 8. Fantasias | 9. Las pruebas | 10. El sitio | 11. La bandera | 12. El banco | 13. La muerte | 15. Lamentos | 16. El cielo | 17. El rescate | 18. La solución | 19. Final | Versión de impresión

 

 


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