|
|
Dramaturgo / Marcelo Sánchez |
|
Residuos Berlín Valparaíso
de Marcelo Sánchez
A las afueras de un edifcio abandonado en Berlín. Alejandra arrimada contra una puerta de fierro oxidada. Llueve. Minga se acerca a Alejandra. Habla un español castizo muy forzado que no logra esconder su lengua materna africana.
Minga: Ich Liebetich, putita cachonda. ¿Por cuánto me harías una francesa?
Alejandra: Tranquilo, negro de mierda, mira que yo también sé hablar español.
Minga: Tranquila, tía, no te acojones que era una broma... vamos que se me hacía que no me ibas a entender ni hostia.
Alejandra: ¿Creís que soy hueona, negro...? Te tenía re’ cachao que me estabai sapeando pa’ robarme.
Minga: ¿Qué español es ese, tía?. Tú hablas peor que mis primos cuando desembarcaron en Canarias.
Alejandra: Canarias, tu abuela, negro culiao...
Minga: A ver, tía, para con lo de negro que uno tiene su dignidad también. ¿Me estás cachondeando o qué?... Yo no entiendo tu maldito dialecto.
Alejandra: Ni yo el tuyo. Soy Chilena...
Minga: Y yo soy africano, y ni un puto europeo tiene la más mínima idea de donde quedan esos lugares, así que estamos en la misma mierda, tía...
Alejandra: Africa... ¿Hace calor ahí?
Minga: Mucho calor, el sol no se cansa de joderte, pero lo prefiero a este infierno de grados bajo cero.
Alejandra: ¿Y en dónde aprendiste español?
Minga: En la oficina de inmigración... lo primero que oí fue: “Otro puto negro que nos viene a joder la unión europea”... ¿Oye, tú no eres una agente encubierta o algo así?
Alejandra: Encubierta de frío y cagada de hambre, eso sí que puedo asegurarte que soy.
Minga: ¿Estás esperando clientes?
Alejandra: No alucines, negro, que contigo no lo hago ni por toda la droga de Berlín.
Minga: Déjalo ya tía, que me cabreas!
Alejandra: ¿Qué hacís aquí?
Minga: Eres peor que los de inmigración... ¿Qué crees que puede hacer un negro en Europa?
Alejandra: Limpiar mierda, cocinar mierda o vender mierda.
Minga: No trabajo en Mac Donalds, ni limpio el water en la gerencia del Bilbao Vizcaya.
Alejandra: O sea que vendes mierda.
Minga: Y de la buena. ¿Quieres probarla?
Alejandra: Mis amigos me dejaron sola, sola..., no tengo ni un euro en los bolsillos. No puedo pagarte, mejor será que sigas tu camino. Déjame aquí, tranquilita, negro.
Minga: Este lugar apesta. Ven conmigo, encontré una bodega abandonada donde podemos secarnos, tomar cerveza y hablar un poco.
Se van juntos.