Dramaturgo / Javier Riveros  

 

 


Provincia señalada

de Javier Riveros

Primera parte

La patria (Chacabuco)


Ferrer: Buenos días amigos, tengo ganas de mear. No sé como explicarlo: me gustaría bajarme los pantalones y hacer mis necesidades aquí. Voy al baño

(vuelve)

Ferrer: Las Fuerzas Armadas y de Orden han actuado bajo inspiración patriótica, sin buscar honores ni poder, por el contrario, cuando lo único que deseamos ya es el descanso, intentamos seguir dirigiendo los destinos de la patria, porque de nada sirven las instituciones armadas si no hay pan.
Hilke: Pasan autos, micros, camiones de la basura, amenazas de lluvia, mi mami,  los perros de la lngrid la cara chica del guatón, mis alumnas de atletismo, el mayor de carabineros de franco,  carabineros de guardia, carabineros de Chile.
Guatón: No tenemos miedo.
Hilke: El pueblo chileno está con nosotros.
Perro: Herir, quemar, punzar, destrozar
Guatón: El ejército de chile tiene una formación incomparable, prusiana, heroica, estoica, nacionalista, realista y pragmática, firme y dura.
Hilke: Los que hablan en contra están picados, los que lloran y se quejan están picados, los que calumnian y nos quieren matar estan picados, picados, picados.
Ferrer: Fueron derrotados por nuestros militares, derrotados en la guerra. Y bueno, en todas las guerras muere gente ¿o no?
Guatón: En todas las guerras muere qente.
Hilke: Hoy día me comí cinco galletitas de agua, un pancito amasado con mermelada de mora, tres tazas grandes de café y estoy que me cago.
Ferrer: La mujer chilena se realza en toda la grandeza de su misión, que la convierte en la roca espiritual de la patria... hoy más que nunca debe incorporar su generosidad e idealismo a la tarea de Chile, debe convertirse ahora en la fibra patriótica para afrontar el duro sacrificio que nos espera por delante.
Guatón: Venqa el burro y te lo chante.
Ferrer: Chile fértil provincia y señalada
de la región antártica famosa
de remotas naciones respetada
por fuerte principal y poderosa.
Hilke: Mis queridos amigos: tengo tantas ganas de cagar. No sé como explicarlo: me gustaría bajarme la malla de lycra y hacer mis necesidades aquí. Con permiso: voy al baño.
 (sale)
Ferrer: Vaya no más mi cabo

(Silencio) La Pochi canta el himno de Angol

Guatón: Uy, que está flaca esta güevona…
Ferrer: Es que parece que le están dando como caja
Guatón: ¿Quién?
Ferrer: El lacho que tiene, si esta se hace la lesa, pero es como tonta pa’ la pichula.
Guatón: Si poh, ¿no te acordai de todas las cuestiones que se decían de ella en la institución?

Ferrer:
 Es que parece que ésta nunca se ha hecho respetar por nadie y yo creo que está mal poh, no ví que la mujer chilena tiene que ser recatá, decente, si no puede andar tirándole el poto al primer güeón que se le cruce.
Perro: Pero yo nunca la he visto en náh…
Ferrer: ¡Cállate!, voh no te metai, pendejo maricón, no tení náh que hablar porque no tení idea, si esta es puta, maraca y arrastrá, igual que voh poh maricón coliza chupa pico. Me acuerdo que por culpa de ella dieron de baja a mi teniente, no ví que se acostaba con él.
Guatón: Pero si ésta se acostaba con todos, se tiró a todo un regimiento encima, como dos mil quinientos setenta y tres milicos: oficiales y pelaos.
Ferrer: Ah, de más, pero entonces debería tener la raja más grande. no sé poh más abierta.
Guatón: Pero si la tiene más abierta.
Ferrer: Lo malo, eso sí, es que no tiene nah de tetas,
Guatón: Es que salió al papá... plana.
Ferrer: Antes me acuerdo que tenía el físico más bonito, más encachao, pero ahora está flaca.
Guatón: Y narigona, la güevona, pobre mujer. ¿Verá a sus cabros chicos?
Ferrer: Pocaso, no ví que se los quitó el Mario, debe sufrir eso sí, porque el instinto maternal es una cuestión muy fuerte.

(vuelve Hilke)

Ferrer: ¿Cómo le fue?
Hilke: Gracias. Bien.
Ferrer: Mi corazón de viejo soldado revive con profunda emoción, el coraje de volver a enfrentar una lucha desigual, mis queridos amigos, el futuro de Chile está en vosotros, cuya grandeza seguimos labrando.
Guatón: Hambrear, torturar, ahogar.
Hilke: Apuñalar, fusilar, envenenar, ahorcar.


 Canción
Aquí estamos todos los negros que venimos a rogar
que nos concedan permiso para cantar y bailar

Ay mamá Inés
Ay mamá Inés
todos los negros
tomamos café (bis)


 

Momento poético-cultural
Ingrid: Es Chile norte sur de gran longura,
costa del nuevo mar, del Sur llamado,
tendrá del este a oeste de angostura
cien millas, por lo mas ancho tomado,
bajo del polo Antártico en altura
de veinte y siete grados, prolongado
hasta do el mar Océano y Chileno
mezclan sus aguas por angosto seno.
Hilke: Y estos dos anchos mares, que pretenden
pasando de sus términos, juntarse,
baten rocas y sus olas tienden,
más es les impedido el allegarse,
por esta parte al fin la tierra hienden
y pueden por aquí comunicarse:
Magallanes, señor, fue el primer hombre
Que, abriendo este camino, le dio nombre.
Pochi: Digo que norte sur corre la tierra,
Y baña del oeste la marina,
a la banda del este va una sierra
que el mismo rumbo mil leguas camina,
en medio es donde el punto de la guerra
por uso y ejercicio más se afina,
Venus y Amón aquí no alcanzan parte,
sólo domina el iracundo Marte.
Ferrer: Pues en este distrito demarcado,
por donde su grandeza es manifiesta,
está a treinta y seis grados el Estado
que tanta sangre ajena y propia cuesta,
éste es el fiero pueblo no domado
que tuvo a Chile en tal estrecho puesta,
y aquel que por valor y pura guerra
hace en torno temblar toda la tierra.

Canción

Aleluya (Cantan Pochi e Ingrid)
Hilke: Tomemos once.


 

Secuencia: Las Chiquillas
Ingrid: Estoy mal, sola y aburrida. Estoy fea, vieja y fea, la cara se me ha puesto asquerosa, ya no soy una mujer,
soy cualquier cosa, una perra vieja, tiñosa y desnutría, con las tetas feas, con el pelo feo, con las manos feas, con las piernas feas, con el alma fea, no sirvo pa’ nah. Me doy vergüenza.
Hilke: ¿Ya están listas las onces?
Ingrid: No, me falta el pan.
Hilke: ¡Uy! La cara que anda trayendo, debería arreglarse un poco, cuando se ha visto que la mujer ande despreocupá de su cara, de su pelo, de su ropa, de su olor, de ella misma.
Ingrid: Eso es una güevada, la qente se arreqla cuando está bonita, cuando tiene algo que hacer, cuando tiene trabajo, cuando tiene amor,  yo no tengo amor, no tengo nada, no, por eso estoy así y no me importa.
Hilke: Para mí no es una güevada. No soporto ver a la gente floja y cochina, y si no le gusta lo que tiene, mejor que se quede en su casa y no salga a dar lástima y a molestar a la gente.
Ingrid: Eso es una güevada.
Hilke: ¡Para mí no es una güevada!
Ingrid: Bueno si te molesta tanto ¿pa’ qué me mirai? ¿por qué no te preocupai de voh mejor?, ¿por qué no me dejaí tranquila? ¿por qué no te vai pa’ fuera? ¿por qué no te vai pa’ tu casa? ¿qué acaso voh te creí muy bonita güeona, muy inteligente güeona, muy interesante güeona, muy encachá güeona? ¡contesta poh!, ¡contesta poh!, ¡contesta!, si voh soy fea güeona, soy tonta güeona, soy flaca güeona, soy narigona güeona y mal paria güeona.
Hilke: Uuuy, que se puso elegante... se puso fina mi tenienta... Escúcheme una cosa Ingrid: no me falte el respeto mire que yo no soy yo cuando me enojo; yo manejo armas, estoy entrenada, manejo el judo, manejo el kárate y la defensa personal, dé gracias a Dios que soy educada... yo ya le dije: a mí no me ofende nadie, porque harto he sufrido ya.
Pochi: Traje Dorina para la once.
El patio estaba cochino así es que lo limpié, saqué la maleza, saqué las piedras, las flores secas, las basuras que había y me encontré este pájaró muerto,
debe haberse muerto con la lluvia o con el frío, pobrecito.
Hilke: Sácalo de aquí, tiene infecciones.
Pochi: Si, se lo voy a dar a los gatos para que se lo coman.
Hilke: Esos pájaros se mueren porque creen que ya no va a llover más, pero viene una lluvia y los mata, les desarma los nido que han construido, se mueren de frío, es que son animales, no saben.
Pochi: Tengo tantas ganas de comerme un pollito asao
Ingrid: Qué asco.
Pochi: 0 una plateada con puré.
Hilke: Qué asco.


 (Ferrer canta Vete de Mí)

Canción
A la mar fui por naranjas
cosas que la mar no tiene
cosas que la mar no tiene (bis)
Metí la mano en el agua
las esperanzas mantiene
Metí la mano en el agua
las esperanzas mantiene
las esperanzas mantiene

Deja correr la naranja
que ella buscará su centro
que ella buscará su centro (bis)
No la partas con cuchillo
que mi corazón va dentro
No la partas con cuchillo
que mi corazón va dentro
que mi corazón va dentro


Las flores de los naranjos
se reparten con el viento
se reparten con el viento (bis)
Asi me tiene tu amor
repartido el pensamiento
Así me tiene tu amor
repartido el sentimiento
repartido el sentimiento.


 Guatón: La electricidad.
Sentado en la parrilla. Las mujeres desnudas, las piernas y las manos abiertas. Amarrados. Se les ponen perritos, en la vagina, los pezones, las orejas, la lengua, el ano, las partes húmedas, así no queda marcado.
A los hombres igual.  Se les colocan electrodos en el pene, el glande, el escroto, el ano, también los pezones y la lengua. El amarrado grita, se revuelca, se mea, se caga, cree que se va a morir, que se va a reventar, pero no es nada, no les pasa nada.
Yo a veces lloro, ese es un defecto mío, en eso soy defectuoso. Tengo un problema en el corazón y lloro.


 

Secuencia: Escena de amor 1
Hilke: Antes de ser reclutada por la institución, cuando estuve presa por subversiva... un sargento me llevó al lugar de las tinas para realizarme mi aseo. El sargento comenzó a jabonarme con un enorme pedazo de esponja. Le pedí que fuera menos brusco ya que me estaba rasmillando los codos con el fondo de la tina. El sargento sin responder puso la mano sobre mi pecho, y con la otra comenzó a tocarme en los genitales. Yo no sé que harían otras mujeres en mi situación... Traté de incorporarme, de detener sus manos con las mías. Me soltó por un momento, sólo para liberar su enorme pene y volvió a aplastar mi pecho. Comenzó a masturbarse, y momentos antes de... de...
Pochi: Eyacular.
Hilke: eyacular... hundió mi cabeza en el agua.
Mientras más luchaba, más agua entraba por mis narices mi y boca. Sentí náuseas, y como cada
vez que fui agredida. Sexualmente, terminé vomitando.
Ferrer: Necesito hablar una palabrita con usted.
Hilke: Diga no más, usted dirá.
Ferrer: Yo sé que no he sido el mejor de los hombres, pero he hecho lo que he podido, por la patria en general y por usted en lo particular.
Hilke: Muchas gracias le agradezco.
Ferrer: Shhh... déjeme terminar.
En la vida nunca me había sentido como me siento ahora, es como si me fuera a morir de amor por usted, Hilke, como si me fuera a reventar de amor y de ganas de tenerla, de poder besarla, de juntar su pecho contra el mío...
Hilke: Déjese de hablar güevadas
Ferrer: Para mí no es una güevada. ¿Por qué no me quiere Hilke? ¿Es que acaso estoy muy viejo y muy feo como para que usted pueda quererme?
Hilke: No, no es por eso, señor... Mire Ferrer, a mí la vida me enseñó que una no puede andar por ahí entregándose a cualesquiera que le ofrezca el amor, que una no puede andar creyendo como tonta en las cosas que los superiores dicen para convencernos de que el amor existe, cuando lo único que andan buscando es hacerle la cochinada a una y después virarse, virarse para siempre.
Ferrer: Pero yo estaba hablando de amor ...
Hilke: ¿Pero cómo voy a estar segura de eso? ¿Cómo voy a
poder creer que así, de repente, usted empezó a quererme? Si esas cosas no existen teniente. Para que vaya sabiendo yo no soy tonta, un poco flaca seré, un poco pesada de sangre, pero tonta no soy.
Ferrer: No diga güevadas, ¿cómo se le ocurre que voy a creer que usted es tonta? Al contrario, yo a usted la encuentro... puta, no sé como decirlo... la encuentro despierta, si..., capaz..., o sea como lúcida, rápida, buena para el deporte... una persona inteligente y por lo mismo tiene que creerme, yo no soy un mal hombre Hilke, yo lo único que le ofrezco es un poquito de amor.

 

Canción
Estamos hoy unidos
delante de tu altar
haciéndote testigo
Señor de nuestro afán

y en nuestro corazón
bendice nuestra alianza y guarda nuestro amor.


Hilke: Tomemos once.


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