Dramaturgos / Mauricio Barría  

 

 


La mañana siguiente

de Mauricio Barría

Personajes:
F:
 Fantasma de la mujer
M: Mujer de 33 años que el hombre conoce en un bar
El: Hombre de 35 años

Lugar:

Una pieza de hotel antiguo

Obertura

Una mujer acostada, como en el cuadro de Munch  duerme de tal manera que parece levitar en la cama. Mientras se va prendiendo la luz de escena, un coro de diferentes voces, eso sí todas femeninas recita el siguiente texto. Al terminar el coro, la luz completamente encendida da curso a la obra. Esto se asemeja a los relatos corales de una tragedia griega cuando cuenta aquello que directamente es inadmisible ver y sólo se puede relatar en tercera persona. El fantasma de la mujer cumple el mismo rol, pero ella es una, la que aparece recostada al principio.

Coro: Una mujer horizontal respira lento para flotar sobre su cama
Un hombre  a su lado cierra las cortinas para sujetar la noche
Sólo en la máxima inercia habita lo eterno
La mujer y el hombre saben que si se mueven tan siquiera un milímetro
del borde, el tiempo comenzará a transcurrir sobre ellos
En estado de dicha una mujer horizontal raquetea con los ojos cerrados


(y las cortinas cerradas)


El hombre la mira y distingue las siguientes cosas:
un par de labios que piensan por sí solos
una nariz que se levanta para morder cuellos dormidos
su pelo oscuro que extiende sus dedos sobre el cuerpo de su amante
Al final los dos saltan convulsionados como el cuero de un solo tambor y deciden
seguir atrapando noches
Una mujer acostada, como en el cuadro de Munch. Tras de ella su fantasma ya se ha levantado y comienza el relato. El fantasma de la mujer estará siempre en escena, tal vez deambulando
Las voces del fantasma y la mujer deben ser simultáneas como las distintas voces de una partitura musical. Cada lector armará la armonía que le parezca mejor
F: Una Mujer Horizontal respira lento para flotar sobre su cama
M: Solo en la máxima inercia habita lo eterno
F: Sabe que si se mueve tan siquiera un milímetro del borde el tiempo comenzará a transcurrir sobre ella.
Una mujer se niega a abrir las cortinas. Y se lo repite una y otra vez
con una concentración casi monacal
Provocando la anemia completa de sus sentidos.
En estado de dicha, una mujer horizontal juguetea con los ojos cerrados
y las cortinas cerradas buscando precisamente: nada.

(Pausa)

Un hombre canta mientras abre el grifo de la ducha.
El agua cae sobre el piso pervirtiendo así la mudes del espacio.
Los oblicuos sonido se estrellan como gotas árticas sobre los párpados de la mujer; el vientre se agita, la pupila pierde el ritmo. Los ojos de la mujer se entreabren y de su garganta carraspean largas palabras.

M:Yo no sé quien comenzó.
Yo no sé quien fue el primero en traspasar a la zona tibia de las palabras.
Hubo primero un roce y su respectiva huída, luego otro más pegajoso, al final un cauce de ríos salivales que tiraron redes por el tiempo y por el cuerpo.
Yo no sé cómo comenzó a urdirse cada uno de los pasos, botón por botón, un toque, una mirada y la ropa suelta contra el suelo.
Ahora me arroja sobre la cama para ser amortajada en su sudor. Me levanta los brazos y rasguña mis axilas. Yo veo el techo, las molduras floreadas de yeso, grietas en ese inmenso cielo de cal ... una tulipa colgando muerta desde el techo
Mi cuerpo se hace inmenso, la noche se abre, tu beso me perfora y (por primera vez) cruza por mi ese profundo frío vertical.
F: Y (por primera vez) cruza por mi un profundo frío vertical.
M: Me escuchas. Tu nunca dijiste nada. Si te importaba o no te importaba. Tu querías caricias y yo pensaba en el vórtice de una promesa negra.
¿Me escuchas?
El: ¿Qué? ¿los cigarros?
M: Sí los cigarros... en tu chaqueta
El: ¡Están en mi chaqueta!
M: Acaso quiero uno que más da. Tengo un clavo en la cabeza  (se levanta)
F: Una mujer dice no saber como comenzó
si fue una botella de vino o dos, un cigarro, el ahogo
no tiene ninguna claridad de quien
fue el primero en acercarse a hablar
mientras las piernas se le helaban
no recuerda si fue arrojada contra la cama o ella misma
se recostó tras una caricia precisa
piensa que alguien no sabe quien desabrochó su vestido botón por botón e inmiscuyó su mano hasta agarrar su respiración
cree ver en la oscuridad las molduras de yeso y la tulipa de cristal opaco que muere colgada desde el techo
de pronto cruza por su mente un leve destello
y las uñas rasguñan una señal en el piso
siente el impulso de gritar pero al final solo despierta de su ebriedad
El: “Cariño” ¿despertaste?
M:   (Silencio. Hace el gesto de silencio)
El: No... parece que no. Es mejor que sigas inmóvil un buen rato más
F: Conmovida por la acidez de un susurro  cuando lo único que
ella deseaba era permanecer hundida en el fango de las sábanas,
y no pensar
M: Y no pensar
F: Inmóvil hasta que sus oídos se fosilizaran ...
El: ... si un buen rato más... porque... hoy es otro día...
“Cariño”... me estás mintiendo...
¿Te levantaste? Pareces estar penándome, o tal vez no he despertado
... te sueño, difícil porque yo ya no puedo  ni siquiera cerrar un ojo
F: Dormir
El: Soy el vigilante perpetuo... qué estoy diciendo... todo al diablo... aire fresco
una buena ducha y el día han comenzado
Lo que pasa querida es que yo ya no soporto el olor de una cama arrugada
¿Despertaste...”amorcito”? ... despertaste ....
F:...ella prende el cigarro
M:... tengo clavos en la cabeza
El: ¿Los cigarros? En mi chaqueta ... ¿no crees que es un poco temprano para fumar?
F: Una mujer despierta desde la mañana travestida de su dormitorio
con pasos de claustro camina hasta encontrar la chaqueta.
Sus pies crujen sobre el piso
Descubre fósforo y cigarros y piensa que ya no tiene nada que perder.
El hombre corta la ducha y corre la cortina. Pregunta por la toalla pero luego se calla. Una estela de humedad satisfecha abandona el baño hasta la mujer que prende un cigarro. El hombre pide un café. La mujer se levanta a encender la cocina y piensa que no tiene nada que perder
El hombre declara palabras aduladoras mientras la mujer junta las cortinas y piensa que él hace todo tan evidente y piensa que así se verá menos que no quiere luz que la ambigüedad de la noche es más bella pues no deja al descubierto delata los artificios, las tuercas y andamios que sostienen lo real. En la noche no se transluce el efecto.
Hay que impedir que amanezca a toda costa pues la luz lo único que trae es la presencia prístina del error de la malformación congénita.
La pieza estará sucia las murallas despellejadas de su pintura.
La cama amenazará manchas viciosas y olores punzantes.
No es mejor retener a la noche a toda costa. Y se pasea echando humo como quien camina en el campo para perderse.
El hombre siente el humo le dice que abra las cortinas. Ella se resiste. Contesta que no. Advierte que va a salir de un momento a otro como el lobo del juego al que solo le falta ponerse la camisa. Ella se prepara como cuando tenía cuatro años a correr sin medida sin dirección y sin mirar hacia atrás hasta oír el grito de su compañera devorada por el animal virtual. Pero aquí no hay nadie más y piensa que ya no tiene nada que perder. La mujer se evade en esta imagen cuando el pito de la tetera parece corresponder al grito esperado y con cierta morbosidad lo deja padecer hasta el agotamiento.
M: ¿Quieres un café?(Se acerca a la puerta del baño. Lo mira un momento)
El: ¿Qué miras?
M: Quieres un café? Tu voz parecía más ronca anoche. (se vuelve)
El: El cigarrillo me la pone así.
M: No deberías fumar tanto. Hecha a perder el aliento
El: Cómo andamos por casa
M: Bah! Yo fumo muy poco solo cuando estoy...nerviosa. No, no es esa la palabra.
El: Nerviosa de qué...
M: Ansiosa, no tampoco... ¿Quieres un café, sí o no?
El: Estás enojada... ¡Pon la cafetera!
M: ¿¡La cafetera!? ...La tetera... por qué habría de estarlo? Además dije “nerviosa”
El: Sí, pero no me refiero a eso
M: Fumo cuando estoy... hace frío esta mañana. La oscuridad me da calor. Es como
Arrullarse en la tibieza de los recuerdos. La memoria es una cunita plácida...
El: Busca en mi chaqueta mi chequera, por favor.
No sé por qué, pero tengo la impresión que la dejé perdida en alguna parte. De pronto me dio susto
M: Susto, eso es. Fumo cuando estoy a-sus-ta-da
Es horrible tener susto...
El: Es más horrible haber perdido la chequera.
M: (Busca la chequera y la encuentra) No, no está. Tienes razón... la perdiste
(Se acerca a la puerta) ¿Quieres un cigarro?
El: Mierda. Creo que tomamos mucho anoche
M: ¿No te acuerdas...? (lo mira) ... dos o tres botellas
El: ¿Qué cresta me miras?
M: ¿Quieres un cigarro?
El: No fumo en el baño
M: ¿No te da miedo morir en un baño?
El: Trata de hacer memoria. Dónde la pude dejar ¿En el restaurante?
M:  (Ella hace “no” con la cabeza)
El: ¡El taxi!, eso es. Muchas personas extravían cosas en el taxi. ¿Qué me miras?
M: Te miro... no fue en el taxi (se retira)
El: Por favor busca en el bolsillo de mi chaqueta. Hay un índice de teléfonos. Busca
En “banco” y llama para... No creo que lo tenía todo junto ... ¿habrá una guía de teléfonos en este lugar? (Suena el pito de la tetera)
M: No fue en el taxi ¿Quieres el café con azúcar? ¿Dulce?
El: ¡Quieres cortar ese pito de una vez?!
M: Cargado o suave.... Yo tengo el teléfono de tu banco ¿Llamo para bloquear el talonario? (Habla por el teléfono)
Aló, quiero dar aviso del extravío de un talonario de cheque .... si ... el nº de cuenta es, espere (lo ve de la chequera) es el 44000287. Sí como a la una de la mañana. Los números de serie? ... ¿te acuerdas del nº de serie? ... ¿del folio?
El: ¡Folio! ¡Cómo me voy...!
M: No, como me voy a acordar, si lo perdí todo: cheques, tarjetas, carné... un desastre
Usted comprende ... si ... pero no, no fue en el taxi... tal vez después ... es que no me acuerdo de nada. A ver pero puede ser el hw 5897? Algo así. ¿Era algo como el HW 5897 amor?
El: Si puede ser ... algo así pero que importa. Dile que fue el último talonario que
recogí de su estúpido banco . te doy mi carné...
M: Bueno en todo caso es el último talonario retirado. Sí gracias... un aviso en el diario
Es usted muy amable. Adiós. Listo
El: Oh corazón te amo!
M: Eso es: fumo cuando estoy Triste.
El: Triste de qué
M: ¿Cuál es tu nombre completo?
El: Pero si ya llamaste...
M: Ah ya me acuerdo Ricardo... ¿Te acuerdas del mío?
El: Claro que sí.
M: Cómo es
El: Sí claro: Andrea...?. Antonia. ...? Bueno, ya voy a salir...
M: ¿Quieres un cigarro? ¿Quieres un fósforo? ¿Quieres algo? ...
“Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. ¿Lobo está?”

(Ella canta mientras quema la chequera con el cigarro,
hasta que Él entra)

El: Bueno, al menos dimos aviso a tiempo. ¿Por qué no abres las ventanas?
M: Tengo frío ... mucho frío.
El: Estás tiritando.
Me olvidé (regresa) de afeitarme..
M: Alguna vez te acuerdas de algo?.
¿Cuánto habremos tomado? ¿Te acuerdas quien se acercó primero?
Siento clavos en la cabeza
El: ¿No estás acostumbrada a tomar?
M: No recuerdo bien ... si fui yo o tú quien propuso venir aquí
El: Fui yo
M: No estoy segura de si me acosté sola o me tiraste a la cama
El: ¿Por qué estabas triste? Tú lo sabes ... tú lo sabías desde el principio...
M: Por supuesto de una mujer sola sentada en la barra de un bar se espera que sea cualquier cosa, ... incluso profeta
El: No me refiero a eso. Ah mierda! Me corté! Esta maldita gillette ya no corta
M: Siempre andas con una en tu “necessaire”...
El: Tu como lo sabes
M: Tú lo dijiste: soy profeta.
El: Te lo habré contado anoche ... mi memoria ... necesito tomar mi “Encefabol”
M:  (Ella dice “si” con la cabeza)
El: Siempre llevo de todo en mi maletín, es como la cartera
Para las mujeres .... tu lo entiendes (se asoma con un corte sangrante)
M: No es así, no me lo contaste. Pero me lo deberías haber advertido (él entra)
Que tal si hubieses sido un psicópata que tiene el hábito de
cortarles las venas de los tobillos a sus amantes ... a tus amantes, después de acostarte, a la mañana siguiente de acostarte con ellas... les cortas...
El: Los tobillos ... que idea tan rara
M: ¿Te parece? ... No ¡Eso es! ¡Horror! Esa es la palabra
Fumo cuando siento horror
El: Abre la ventana, mira la mañana y se te pasará todo
Anoche es anoche. Lo que sucede en la noche pertenece a ella.
M: En la noche todos los gatos son negros
El: ¿Qué dices?
M: Voy a poner denuevo la tetera, creo que ya se enfrió
El: Buena idea. Necesito hablar contigo ... hay algo que debo decirte
M: No te molestes. Estás apurado ... yo lo sé
El: No importa. Para que veas que me preocupo de tu susto
M: Horror, dije horror
F: Ahora el silencio como un agitado susurro ...en silencio ella aposa
su cabeza, y su cuerpo escurre a todo lo ancho de la habitación.
Una fermentación prematura la ha transfigurado
Y sin embargo, piensa y piensa demasiado, tan rápido como escurre más bien secreta
pensamientos como los licores que pierde un cadáver. Su pensamiento empaña las ventanas como
la vitrina de un ataúd. Si todo hubiera podido ser detenido aquí, si el tiempo se hubiese fijado justo
en este momento. La humedad fría marca la inminencia...
M: De pronto tengo el presentimiento que lo que cruzará por esa puerta será otra cosa.
El: ¿Qué dices?
M: ...que te apures en salir
El: Necesitas el baño, ahora
M: No
El: Entonces no te impacientes, termino de afeitarme y hablamos
M: No necesito hablar ... hablar es un acto tan banal
El: No me parece. Yo creo que sí
M: Tengo sueño me voy a dormir antes que las justificaciones cuelguen de su lengua
El: Oye espera! ¿Pusiste el agua a calentar?
M: ¿De nuevo?
El: Tu dijiste que se había enfriado ... ¿Estás dormida?
M: Tengo un clavo en la cabeza
El: La música de anoche estaba muy fuerte
Yo también tengo un zumbido en el oído que no para
M: No quiero oír... las justificaciones que cuelguen de su lengua
Una pared chorreada de murmullos sucios.  Es mejor que no abandones el baño
Que tu ducha sea tan eterna como la noche de la que intentas lavarte.
Una abominable transformación está a punto de ocurrir: una criatura feroz
pasará por esa puerta ... y se va a acercar a mí compacto como el latigazo de una
toalla mojada ... y me va a echar contra la cama ... y me lo va a “repetir una sola
vez” y me lo va a advertir con dureza: “que ponga mucha atención, que entienda
bien lo que ya sé desde hace rato”, mientras sus rodillas me aplastan el cuello.
No, yo debo irme antes, dejarlo que hable solo , antes que este inmenso dormitorio se recueste en la espalda de su esqueleto
El: En alguna parte tiene que estar el after shave
¿Cariño, tienes colonia o algo así?
M: (En la cocina) Besar una llama sin apagarla ...  (sopla contra los quemadores
encendidos)
El: Tienes colonia?
M: El agua ya esta lista
El: Que raro no escuche el pito de la tetera
M: La música de anoche estaba muy fuerte

(Silencio)

M: ¿Un café?
El: Sí, por favor
M: ¿Azúcar?
El: Bueno
M: ¿Dos?
El: Sí, dos
M: ¿Lo quieres cortado?
El: No. Puro y bien cargado
M: (Se acerca a la puerta del baño) Un café para matar tu espalda invencible.
El: Cielito dices cosas tan raras
M: Apúrate que se va a enfriar
F: Apúrate que me voy a enfriar

(Sale, ella se corre)

El: Ya estoy listo. ¡Abre las cortinas!
M: No, no quiero abrirlas
El: Que te pasa
M: Dije no. Hay que dejar todo tal cual. Hasta que te vayas. ¿Por qué te vas?
El: ¡Que violencia! Precisamente es de eso que quiero hablar... pero que manía
Tuya la de no ventilar. ¿No sientes un olor como a bencina o gas?
¿te acuerdas donde dejé la corbata?
M: Entonces yo también me voy a vestir ¿te parece?
¿Me invitas a tomar desayuno?
El: ¿Desayuno ahora? ¿Y el café? Dónde dejé la corbata...
M: Sobre la silla
¡Mira! Tu también te apareces a través de mi espejo como pintado
listo para salir tras de mí...
Creo que tengo más arrugas que ayer ¿Te parece? ¿o aun me encuentras
bonita? Bueno no dicen que en la noche todos los gatos son negros
¿Te gusta el pelo agarrado? ... o suelto ¿qué crees? ... lo tengo tan sucio,
mira las puntas partidas .... por aquí tiene que haber una tijera ... Mañana
te voy a ir a ver a tu oficina ... ... ¡aquí están! ... ah, pero en las mañanas
tu no trabajas ¡claro! ¿Qué haces? Recuerda que prometiste llevarme a...
Disculpa, es mala educación apuntar y más con una tijera
O acaso... debiste pensar que te las iba a enterrar (pausa)
Debe ser doloroso un tijeretazo en el vientre, debe ser como enterrar
Un clavo en un cristal...  (a veces pienso cosas raras)
¿Por qué te callas?
Tengo los labios tan partidos... el polvo no le hace bien a mi pelo
Ayer fui tan feliz... tu sabes como encantar a una mujer
Sacudiendo esos territorios más sensibles... mmmh... un besito
¿Por qué te callas?
Acaso ya no...
¡Tengo los labios tan partidos! No he dormido bien hace días,
tengo los ojos hinchados ¡Mira! ............. yo te quiero mucho .......

(Silencio)

Para la mañana debe ser un color claro ... como este ...
Estoy esperando que cumplas tu promesa de llevarme al ... ¿qué?
Dijiste algo
¿Por qué te callas?
¿Cuál vestido prefieres? Pero no me mires con esa cara. Entonces este.
Sí, es más sobrio
¿Para quién crees que se viste una? Para su amante ... o para incitar la calentura
del viejito que cruza la calle ... ¿Los hombres se sienten estúpidos cuando
andan con una mujer que todos miran con ganas de echarla a la cama?
¿Qué vestido dijiste que preferías?
El: ¿El café?
M: Perdona, creo que me olvidé. Voy inmediatamente. Que frivolidad.
Las mujeres ya no somos como antes
El: Ven. Ven para acá. Dame un beso
M: Tu te acuerdas de algo? : ¿quién fue el que se arrojo? ¿Fui yo o tú me empujaste?
Siento clavos en la cabeza
El: No sientes un olor extraño(la abraza) ¡abre las ventanas!
M: No, bésame. ¿Te acuerdas quien fue el primero...?
El: Es un olor muy pesado, no lo sientes
M: En la noche todos los gatos son negros ¿De qué color me ves ahora?
El: Oscuro como está, negro te veo todavía...
M: Eso suponía.
Ahora estoy más tranquila ... tengo frío. No abras las ventanas ...
¿quieres un cigarrillo? ... los fósforos están en la cocina
El: Buena idea. Voy de inmediato mi gatito
Yo también necesito uno ... nos vamos a sentar y vamos a hablar ...
(Para sí) que sensibilidad...(mira su reloj) ¡Mierda!

(Pausa)

¡Creo que este cigarrito lo fumaré en la calle...
pero en la noche te prometo ....!
M: ¡En la noche!
El: Sí, en la noche te prometo que nos veremos ...
M: ¿En la noche había estrellas?
El: ¿Estrellas...?
M: Estrellas que iluminaran la noche
O todo lo que había eran neones, ampolletas fluorescentes, o de mercurio ...
... es decir, luz eléctrica
¿Tu sabes cuál es la diferencia entre una estrella y la luz eléctrica?
El: (Él hace “no” con la cabeza)
M: La luz: siempre hay alguien que la enciende (un chiste)  ¿comprendes?
Siempre es alguien el que prende el fuego

(Pausa)

Pero olvídalo Porque ahora llega el momento de desenmascarar el truco enredo
¡abre las cortinas! Y lo que verás será el horror
verás lo que yo ya hace rato vi: el GAS...

(Silencio)

El: ¿Qué dices? (Algo adormecido)
M: La LUZ
que la LUZ no era más que vapor incandescente
Gases: neón, sodio, mercurio
Quiero fumar.
Es mi último deseo, al menos eso podrás cumplir.
El: Sí amor ... esta noche. Voy a la cocina (se levanta)
Sí, lo sé, me ACUERDO, como a ti te gusta: que yo mismo lo prenda
...te recordaba ... ah no, te gustaba imaginar el aroma de mi boca: te excita fumar
sí, los fósforos, me ACUERDO, en la cocina. ¡qué horrible olor!
esta es: la ciudad de día....
M: Ahora cierro los párpados para no escuchar
F: Una mujer cierra los párpados para no ver
Y recuerda a Clint Eastwood diciendo:
“esta certeza se tiene una sola vez en la vida”

Author Information:Barría, Mauricio
Key Words:Libretos. Dramas Chilenos. Dramas Chilenos. Siglo XX

 

 

Cita:
Barría, Mauricio. La mañana siguiente. Dramaturgia chilena contemporánea.



Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006