Dramaturgo / Alejandro Moreno Jashés  

 

 


La mujer gallina

de Alejandro Moreno Jashés

Escena 7 - 12

Escena 7

EL CARNET DE AURORA

(Diálogo 2. Hablar o no, decir la verdad o no)

Madre tiene la intención de borrar todo rastro, toda evidencia que demuestre que Aurora, la mujer gallina, es su hija.

Madre: (Mostrándole un papel) Quena, acá te traje, mira fui al registro civil y ya averigüé, y mira, es bien fácil. Vai a tener que cerrar el local, eso Quenita (como dándole una solución), el carné te lo tienen en 12 días hábiles, ¿sabí cuáles son esos días? Si se dan cuenta lo que escondí en el gallinero estai frita, igual que todos tus huevos y el negocio entero, entonces lo único que te queda es pedir el carné con urgencia y para eso tienes que sacarle una foto a tu hermana, ¿tienes alguna foto reciente de la Aurorita?
Quena: Tengo su carné recién vencido, no sé dónde lo tengo, pero lo tengo
(hoy, por primera vez vemos a Quena tan preocupada por algo real).
Madre: ¿Y cómo lo vai a renovar?
Quena:
 (pausa)
Madre: Te venía a decir nomás huevona, ¿Qué foto vai a mostrar?
Quena: No se preocupe tanto, que sabe que parece tengo una foto... una en que se sale riendo.
Madre: A mí no me pueden acusar de nada si no hay nadie que exista. La Aurora no existe, no está de verdad. No es mi hija. Y déjate de hueviarme, porque lo que no te he dicho es que pal carné necesitai el certificado del nacimiento, y pa' sacar el certificado de nacimiento tení que tener la libreta de familia, y voh entraste a ella con lápiz rojo y yo no te la pienso pasar, porque me querí cagar Quena, eso quieres tú...

(comienza a gritar como loca hacia el gallinero)

Madre: (Cantando) Aurorita hija, Aurora. Ven que te tengo que decirte unas cositas

(Madre le ofrece algo para que Aurora se acerque)

Quena: No grite porque no escucha.
Madre: (Hacia el gallinero) Sabí que debo hablar contigo, pero algo cortito, para cerrar este tema (Madre continúa en voz alta). Yo quiero que te acordí de una cosa; por si acaso, que yo de chica veía a la Quena que se asomaba a la cuna para pegarte, y después te tiraba agua al gallinero, entonces, cómo voy a creer, hija, yo que ahora ésta te quiere tanto si en ese entonces yo te cortaba el pelo Aurorita mía para que esta otra no te tirara las mechas... De eso quiero que te acordí (a Quena) y tú, has memoria (Madre llora, de verdad o no). Es que si yo hubiera sabido, si yo me hubiera dado cuenta... y el olor y tú vendiendo huevos... vas a tener que empezar a poner caras ahora que estai hablando.
Quena: Están hablando de usted. Usted es la que tiene los problemas.
Madre: Pero yo la cara la pongo.
Quena:  (Pausa de Rosa, risa) Si no la pone se la llevan presa.
Madre: Déjate de mentir Quena quieres por favor, por qué no parai de una vez por todas... Ahora sacai la voz, ahora recién hablai, lo que pasa es que recién te estoy conociendo... Fuiste o no fuiste nada.
Quena: Yo a usted la conozco, le conozco la cara y la voz... Están hablando porque la pillaron, si la mandaron a llamar es porque la pillaron

(aclaro que la pillaron es una manera de dejar abierta la posibilidad de conflicto, es decir, que la madre en la tarjeta de familia abuso de los beneficios, de la carga familiar para su provecho, no hablamos de la especulación, es un drama casero, algo judicial menor que se agrando con el drama de tener a Aurora encerrada hace muchos años en el gallinero).

Madre: Y de qué se han enterado si se puede saber... Ah, entonces tú ya fuiste (a declarar, a los tribunales). Cállate que te puedo hasta dar golpes por hocicona y mala hija. De qué se han enterado si se puede saber: ¿de qué la Aurora es loquita? Si eso lo sabíamos tú y yo desde hace tiempo.
Quena: ¿Está en problemas?
Madre: Cállate cabra de mierda que se va a enterar sanidad del chiquero que tení voh. Vai a temblar cuando llame pa' que te hagan la revisión, te van a cerrar el local y no vai a poder hacer nada más en tu vida.
Quena: (Mintiendo) Yo no tengo que ocultar nada. Cuando hay inspecciones cierro para que la Aurora no se asuste no más.
Madre: ¿Lo que quieren es un final feliz?, ¿Es que están preguntando porque se quieren llevar a mi niña a un circo?
Quena: ¿Qué está diciendo?
Madre: Fuiste o no fuiste hablar.
Quena: Qué le importa.
Madre: ¿Estabai citada o no como yo?
Quena: La citación era para usted.
Madre: Si ya sé. Querí saber lo que dije.
Quena: No me interesa (la echa).



Escena 8

LA CELEBRACIÓN ENTRE DOS HERMANAS SOLAS

(Monólogo 4. El amor de hermana)

Acá podemos ver el gallinero iluminado desde dentro con luces de pascua, como si un árbol entero hubiese sido puesto adentro sin regalos, hay música de radio adentro del gallinero. Alrededor de él se notan las siluetas de Quena y Aurora, la mujer gallina.

Quena: Si vienen de inspección estamos las dos en problemas, y nos cierran el local y las dos al gallinero. Tú estás acostumbrada, pero yo no me acostumbraría. Me da lo mismo entrar el árbol al gallinero para pasar la pascua contigo adentro. Tampoco me enojé porque no me saludaste para el cumpleaños, porque hasta a mí se me olvida (celebran). ¿Te imaginas que alguien nos viera de afuera celebrando de este modo? (risas dentro del gallinero) ¡Creerían que estamos locas! (pausa larga). Dime tú qué hago contigo. ¿Te quiero a ti o a lo que me acuerdo? ¿Cómo quieres que te quiera? Te quiero como a una hermana. Aurora, si algo te pasa... (Quena empieza a escuchar golpes al techo, sabe de qué se trata, sale para afuera.Son los niños del barrio que juegan a tirar piedras al gallinero). ¡Cabros de mierda, chuchesumadre...! ¡Qué pasa! ¡Quién esta tirando piedras! ¡Quién chucha está tirando basura a las gallinas!... Cabros de mierda que están tirando huevás no más... qué se creen, ¡Sé quiénes son!... son de por aquí... (siguen tirando piedras . Le llega una a Quena en la cabeza que le empieza a sangrar) ¡Cabros de mierda! (le dejan todo el ojo con sangre y la cara también, media turuleca se va al gallinero a ver a Aurora). Y tú, por qué no te escondí  en vez de ponerte a ver quién es (entra al gallinero) Te va a llegar una un día Aurora, niña ponte más para acá... es que tení que correrte, mira cómo le pegaron a esta gallina que la dejaron fatal (ve que tiene sangre en su cara) y qué es esto, sangre, cabros de mierda (preocupada), pensé que había sido un golpe no más (le preocupa la sangre, corre mucha por su cara, Quena sale del gallinero nerviosa). Voy a cerrar mejor que o si no... (está muy perturbada). Aurora por qué no te venís pa' dentro, vámonos Aurora (llora) entra, entra que o si no... Aurora... ¿me estai escuchando o no? (Quena agarra unas bandejas de huevos y empieza a lanzarlos). Piedras, quieren tirar piedras y yo les tiro huevos, porque vendo huevos y es lo único que tengo para tirar, puedo estar tirando diez días sin cansarme, porque puta que tengo huevo (lanza y lanza huevos) ¿qué creen ustedes?, ¿qué va a aparecer un fantasma?, ¿qué es muy bonito andar tirando piedras?, están tirando piedras porque no tienen nada más que hacer y yo no tengo nada más que huevos y se los voy a tirar todos, ¿qué se creen?, ¿por qué tiran piedras para que la Aurora se asome?, ¿qué quieren ver?, si no va hablar ni va a decir nada, porque no sabe, cabros de mierda que no la dejan tranquila a una que tiene que estar trabajando, pero puta que tengo huevos (empiezan a tirar más piedras, ella tira más huevos, cae caca de pollos, etc.). Les sigo tirando huevos, y huevos duros que no se revienten para que les duela, para que sepan lo que es que algo te duela. Copuchentos de mierda que asustan a la Aurora que no aparece, porque no es tonta y sabe que ustedes son unos cabros de mierda, ¡y a las gallinas tampoco me las toquen!, ¡que nos les han hecho nada!... (se relaja). Viste Aurora, como una guerra, estamos todas unidas en esta casa, si huevean, si te vuelven a huevear de nuevo, cosa que estas gallinas pongan huevos,  que voh te escondai y a huevos los matamos y que me crean loca. Como en la guerra, viste que somos organizadas Aurora mía, no tengai miedo, y no te preocupí, porque no tení por qué quererme, no es necesario, lo que es importante es que te pongai pal' fondo pa' que no te lleguen las piedras... (empiezan a golpear desde la puerta del local) ¡Está cerrado! (grita) ¡Está cerrado...! (siguen llamando a la puerta del local con insistencia) ¡Ya voy, ya voy, ya voy...! (abre y es la madre que trae un regalo).
Madre: (Al verla toda sangrado con cierto gusto pregunta con afirmación) ¿Te picó?... (Quena le cierra la puerta, anochece, la madre queda sola afuera del local, empieza a hablar hacia adentro con Aurora, gritando). Aurora asómate, por qué andai peleando con tu hermana, asómate hija que te traje un regalo... mira lo que te traje mi niña... ábreme Quena que quiero ver a mi hija porfa... (como no le abren la madre saca un spray de la cartera). Quena te están rayando la puerta, (mintiendo, mientras raya la pared). Quena te están haciendo unos dibujos, váyanse niños, salgan de acá no hagan eso... Quena, Quena ven a ver, mira lo que están haciendo (la madre patea la puerta, se le cae el regalo, algo se quiebra...). Quena ahora era en serio
(Se va).
Quena: Esta noche no me vai a dejar dormir, porque estai nerviosa Aurora, no me vai a dejar dormir malula (se empieza a curar el ojo), no me va a dejar dormir, pero no es que yo quiera dormir, es que no quiero estar despierta, despierta pensando en ti y en que nos cierren el local. (Llorando a mares) te juro que si esos cabros de mierda vuelven, yo no sé qué hago Aurora, si  vuelven voy a tirar gallinas y todo, me entendiste... (sabe que no le entiende).  No, no me entendiste, me entendiste o no me entendiste, muéveme la cabeza por lo menos poh niña, mira como me quedo el ojo, linda me voy a ver ahora... te voy a traer frazadas que esta haciendo frío (sale del gallinero y pasa por un gran espejo y se ve sangrando), y voh, que mirai, la cara de burro que te gastai...

(se va y se activa el gallinero. Se ve la silueta de la mujer gallina, se mueve, baila junto a las otras gallinas).



Escena 9

LA DEFENSA DE LA MADRE

 

(Monólogo 5. Acerca de la citación y su declaración)

Discurso gigantesco de la madre sin parar, esta es su defensa como madre.

Madre: Yo estoy enferma y no tengo defensas. Más de una vez esa cabra me mostró los dientes. Se tiraba y me mordía. Era desesperante tratar de alimentarla. No tenía porque llorar y lloraba. Yo le daba comida y me mordía aquí (señala la teta). Me mordía, todavía tengo marcas (pausa). Claro, cómo es el dicho ese de los que son cuervos, te sacan los dientes. ¿Cómo es ese dicho? Ese dicho explica más que mil palabras lo que yo diga o no diga, por algo es dicho. Por algo alguien lo hizo dicho. (A la hija) Ahora me llegan citaciones y anónimos (muestra papeles). Mi otra hija, Quena, me mira con cara de mentirosa. Ella no era así. Ella era distinta. Se volvió loca con el tiempo, en cambio su hermana Aurora venía perdida desde mis adentros. Su padre le compraba regalos y ella ahí se calmaba, pero una no es supermercado de los hijos... (no sabe que decir). Yo no sé por qué tengo que recordar toda esa época de mi vida, que es como mi etapa negra. Esta niña nació  prendida como el fuego y lo que hacía, lo hacía mal. A mí me dijeron que era retrasada, pero no me dijeron nada que era mala, una cosa es que la niña tenga retraso otra cosa muy distinta y diferente es que sea mala como el diablo y llena de odio como un supermercado. Sabe que tan mal
lo pasé cuando estuve esperándola, para que llegara así. Yo no me la merecía. Yo harto mal que la he pasado como para que después me vengan a echar la culpa y a tratarme de cualquier cosa. Ésta se daba a cualquier persona, pero me veía a mí y me mordía, me sacó un pedazo una vez con los únicos dos dientes que le habían salido y yo la quiero igual porque y "soy su madre y eso". A mí
la niña de la posta me dijo que ella sólo veía colores, o sea, que no veía como yo, que veo las cosas que me ponen en frente...  (Orgullosa y falsa) Miren, pero qué linda por ejemplo me salió mi Quena, encachada, trabajadora (llora). La niña de la posta me dijo que lo que más iba a poder llegar a ver la Aurora eran las formas de las cosas, así que no iba a reconocerme nunca. O sea ella me ve a mí y qué ve: ve un color, pero no me ve a mí, no me ubica, yo no creo que tenga anotada mi cara. Iba a ver colores pero no las cosas. No era tan rara mi decisión de dejarla en el gallinero, porque a eso ella se dio. Se daba a las gallinas, la pasaba con ellas mejor que con nadie, cuando le regalaba cosas, iba al gallinero y jugaba. Se la pasaba comiendo barro: yo después ni la lavaba. ¿Para qué? Si se me iba a volver a ensuciar. Yo he tenido pésima experiencia con mis hijas así que yo no lo recomiendo. La otra, esa, la que me mira y me trata así, la otra que vende los huevos se ha portado pésimo conmigo. Yo le dije que se viniera conmigo cuando vi que la otra se la pasaba días en el gallinero y comía lo que le tiraba a las gallinas, no pedía nada, estaba feliz y yo pensé que era su mundo, yo no me iba a mortificar la vida entera. Si quería más a las propias gallinas que a mí.  Yo ya cuando estaba muy cagadita la iba a sacar. Y claro, no quería, así que ahí yo le tiraba un poncho y se tapaba, que después me lo dejaba picoteado, así que cuando llegaba el verano, ella dormía fresquita sin nada. Ésta ahora si la cuida es porque no tiene nada más que hacer. Si cuando nació estaba celosa (pausa). Yo le digo que la he pasado bastante mal y no quería seguir pasándola. Yo sé "que lo de la madre y eso…", que los niños son lo más importante y todo. Y no es que sea mala, yo pienso en la gente y jamás les desearía una como esa, yo no voy a criar ¿cómo es el dicho ese? Claro: que no vengan los cuervos. ¿Cómo es? Que los que crían a los cuervos no le van a morder los dientes, bueno no me acuerdo bien del dicho, pero en realidad yo estaba joven. Si me quedaba con ella, lo único que iba hacer era recordarme lo mal que la iba a pasar yo cuando vieja, porque yo tenía mas problema y... ¿cuánto vive una persona, a ver cuánto vive?, ¿sesenta o setenta años?, pongámosle sesenta. Y como es enferma, quítale unos quince años, te quedan cuarenta y cinco años. Yo en esa edad tenía unos treinta y la Aurora todavía estaba chica y yo calculando me tenía que pasar toda la vida cuidándola. Pero claro, la otra ahora dice que soy
mala cuando está mal ella, Quena no tiene nada más que hacer, se quedó con el gallinero por los huevos, y como la otra no sale de ahí, ésta aprovecha de cuidarla ahí para que le cuide los huevos. Pero no me vengan a mí ahora, con que yo he sido una mala madre ni nada de eso, porque si empezamos así, si empezamos a preguntarnos eso, yo les preguntaría si ellas han sido buenas hijas y ahí estaríamos con la de ¿qué fue primero el gallo o la gallina? Tenía fuerza como de cuarenta, cuando tenía apenas meses. Salía de la cuna, rompía los muebles, no se quería soltar del padre y le pedía cosas. Se echaba en el suelo y horas de pataletas, un animal gritando porque se perdió. Yo no tengo por qué ponerme a solucionar lo que no es solucionable. Si ustedes encuentran que esa niña es capaz de caminar o hablar para acusarme, me vienen a buscar porque eso yo creo que es imposible, lleva años arrastrándose y durmiendo invierno y verano en el gallinero, se tapa con unas tablas y en vez de hablar grita. Y como no ve nada más que formas y colores, grita todo el día porque se asusta, porque ella debe pensar que se acerca cualquier cosa y a veces es la sombra de un árbol no más la que se mueve. Yo no quiero que nadie me señale con el dedo, menos ésta que ahora quiere aparecer de buena. Ésta que, y mírenla ahora se cree reina y ni saluda y vende huevos no más. No es ni siquiera costurera. Yo no me siento culpable de nada, yo si sé que esta otra venía con retraso la mando de vuelta y me hago una limpieza, pero yo pensé que venía sana. Algunas personas pueden mirarse el vientre, pero eso cuesta caro y no lo hacen en la posta, para eso hay que tener billete y yo no lo tengo. Yo lo que tengo son dos manos para trabajar y lo que no tengo son dos hijas que me cuiden ahora que no tengo defensas. Pero me aburrí y me mandé a cambiar porque ésta tenía el gallinero y de hambre no se iba a morir, las dejé con gallinero y todo cuando me fui. Otra madre, hubiese vendido la casa y las deja en un hogar.
Yo las dejé con lo poco que tenía. Cómo va a ser lindo levantarse a las cinco de la mañana por los gritos de ésta. Cómo que llamaba a las pesadillas, porque estando durmiendo, también se mataba
gritando, quizás cuando soñaba también veía mancha de colores solamente. Era tremenda y si me van a decir que puede caminar, yo les digo que no porque soy su madre. Yo no quiero seguir explicando. Tiene que ser muy malo lo que uno tiene que haber hecho en la otra vida, para que le salgan hijos que después se conviertan en los cuervos que te saquen los ojos y te los coman. Claro la gente habla (muestra los papeles), pero me gustaría que les salieran hijas como ésta y seguro que las dejan en la calle y no en el gallinero, que por lo menos tiene techo, tiene unos palos donde las gallinas se echan a empollar que son como sillas y el suelo es tierra. Pero adentro no era muy distinto, si esta casa es una casa pobre, no una casa con plata, una casa con lo mínimo y lo mínimo también era que yo me fuera para hacer de esa casa un lugar más grande para ellas. Andábamos a tropezones en los pasillos y encontrarse con este monstruito era desesperante, era tremenda como terremoto grado siete. Yo no podía tocarla ni hacerle cariño, era imposible. ¿Para qué? ¿Para que me mordiera la mano y me sacara el pedazo? Me la mamé nueve meses dentro y ella en vez de mamar mordía. Ni nietos me darán. Así que me cortaron  el árbol de mi familia. Hay gente que vive debajo de los puentes, ésta vive en una casa y la otra en el gallinero, que es como una casa también. Me pateaba adentro, me dejo acostada varios de los meses que la tuve y pensé que venía muerta porque me salió tirando para los diez meses, yo pensaba que me iba a salir una vieja. Y no, salió peluda y gritona la huevona. Lo más bien que adentro estaba feliz que ni quería salir. No le daban ganas de nacer. La gente debe pensar que yo exagero. Exagerado es que te salga una cosa así y una tenga que decirle hija, eso si que es exagerado. No tiene nada de maternal una con una gallina, sí, lo dije, para qué me voy arrepentir si lo dije, yo tengo hijas-niñas. No hijas-gallinas, las gallinas tienen gallinas, yo tengo hijas-hijas. Y no tengo ningún problema en decirlo y no me lamento, yo a esa niña no la considero mi hija. ¡Ya, lo dije, les gusto, sí, lo dije, qué le voy hacer ahora que lo dije! A ver, vayan al gallinero y llámenla  y díganle que venga caminando y que diga algo. Si no habla, nunca pronunció la palabra, no está bautizada, nada. Es más encima ilegal. Anda y ve si te dice algo, porque si te dice algo que se entienda yo la abrazo y nos vamos las tres a comprar ropa al supermercado. Pero ésta no es capaz de pararse, si es flaca y tiene el color de la caca de los pollos, pero yo no sé cómo estará ahora, porque antes estaba siempre cagadita y anda tú a sacarle la caca, porque se pone brava y se comunica con el gallo y vienen todas las gallinas a picarte, no sé como saca los huevos la Quena y no la muerde. Yo tan mala no soy, yo antes de dejarla en la casa, fui donde las monjas para encargársela y las curitas no me la aceptaron porque era muy llorona, no ve que a ellas les gusta así todo tranquilito y no iban a dejar que ésta se metiera adentro como si fuera el diablo,  además que las monjitas las tienen un rato hasta que las adopten. A mí me lo dijeron clarito: mire señora, la niña es muy lloroncita y llévela al doctor porque nosotras no podemos recibir niños muy
enfermos, porque nos distraen la atención de los otros niñitos y como todos los niñitos tienen que recibir el cariñito y la atención por igualito, nosotros no nos podemos hacer responsable de la criaturita. Así que para acá me traje a la criaturita. Hay niños que ni siquiera tienen donde taparse, no tienen una tabla, no tiene un palito que les sirva de banca, no tienen nada, duermen en las calles, o debajo de los puentes, así que tan mala no soy. Y la Quena, que cree que ahora que todos saben, yo estoy triste, pero triste es que les pusiera las caras de cuando la hice. ¡No  se me han olvidado! Porque me estaban violando y al frente había un espejo. No, que no me vengan a decir a mí. Que no me vengan porque sería una injusticia muy grande. Yo no le pedí al mundo nacer, igual que ellas tampoco lo pidieron, aunque yo las traje. Yo no le he pedido nada al mundo y si el mundo me da esto, yo puedo devolvérselo, porque a mí no me da nada de comer el mundo. A mí lo que me da de comer son estas dos manos pinchadas de agujas cosiendo. Si las agujas hablaran a ellas les pediría explicaciones, pero no le tengo porque dar explicaciones al mundo, cuando lo único que ha hecho el mundo es mortificarme. El mundo que tiene forma de pelota de fútbol por algo será. No le doy explicaciones a nadie, menos al mundo que me "chutió". (Como si explicara una teoría) Yo trabajé en Cema Chile años cosiendo, le llegué a dar la mano a Lucía Hiriart de Pinochet, con eso les digo todo. Yo no me sentía dueña de casa, porque yo trabajaba. Una familia no tiene nada qué ver con una casa, así con puertas, con ventanas, no,  no tiene nada qué ver una familia con eso, porque las familias no son bonitas en la realidad o sea, pueden ser, pero no tienen porque ser todas bonitas como las de reclame de margarina, esas que sale mamá bonita, papá  bonito, hija bonita, hijo bonito, perro bonito. No, esas familias son falsas,
las familias de las casas reales, las de cualquier calle de estas no son tan bonitas, incluso pueden ser hasta peligrosas; con mamá, papá, hijos e hijas, peligrosas y si tienen perro seguro que muerde, el culiao. En la tele no se muestra al padre borracho, ni a la mamá más trabajadora, ni a la hija floja, en la tele se muestra a la mamá relajada y al papá cariñoso que le hace cariño a la mamá relajada y que la hija linda no molesta a la mamá relajada ni al padre cariñoso, no, la niña   linda juega con el perro bonito y con eso se entretiene. No andan mordiéndole los pechos a la mamá cuando ella le va a dar de comer, ni anda a gritos con todas las personas y muchos menos duermen en un gallinero. A estas niñas yo las tuve en mi vientre. Una estuvo nueve meses y la otra casi diez. Son como diecinueve meses de mi vida lo que yo tuve que esperar para ver a mi hijas y cuando las quiero ver una me quiere morder, no, eso no es normal. Por eso yo creo en el dicho, ese que inventaron y lo he tenido todo el tiempo en la punta de la lengua: que saca cuervos y te mirará con los dientes los ojos.


 

Escena 10

LA GRABADORA

 

(Monólogo 6. Cuando el monólogo se hizo diálogo por soledad)

Llega Quena con una bolsa, apurada, viene de los Tribunales, se saca el abrigo, entra rápido a la casa, no abre la tienda, viene preocupada.


 

Quena: (Mientras se saca el abrigo) Te voy a tener que pedir un favor Aurora, Aurora y tienes que hacérmelo porque o si no me voy a enojar contigo. Que tú me ves simpática, pero no me has visto cabreada, así que lo que te pida me lo tení que hacer no más. Vas hablar Aurora, vas hablar
conmigo Aurora, mira, después que hables conmigo tú no vas hablar nunca más si quieres. Es sólo una vez y va ser más rato, porque ahora no, ahora te voy a... ¿A que no sabes de dónde vengo?
Vengo de la feria. ¿Y sabes qué compré? Mira (saca una grabadora). Es una cosa chiquitita que tu apretai acá, mira por ejemplo (todo el tiempo esta maniobrando la grabadora nueva, media torpe) a ver cómo era, era... (Quena se ríe) ya mira era sí (play-rec) viste mira aprieta (stop-play, se escucha viste mira aprieta). Viste mira (play-rec) Hola, cómo era.
Escucha:  Hola, cómo era.
Quena: Viste Aurora, súper modernas mi niña... Uy! esa es mi voz. A ver...  (play)
Escucha: Hola, cómo era.
Quena: ¡Uf! ¡qué fea mi voz Aurora! (Quena está feliz con el juguete) ¡Uy qué horrible mi voz!... pero yo no la tengo así yo me imagino que la tengo de otra manera... Ya, me entretuve con esta huevadita... (Quena está embobada con el juego que comienza a continuación). A ver (play-rec). Hola.
Escucha: Hola.
Quena: (Play-rec) Hola buenas tardes.
Escucha: Hola buenas tardes.
Quena:  (Play) Cuántos huevos quiere.
Escucha: Cuántos huevos quiere (graba bajito para crear su dialogo; play-rec). Deme dos.
Escucha: Deme dos.
Quena: ¡Uf! qué voz mas rara la mía, ¿Aurora así la tengo? (Aurora se mueve dentro del gallinero, grita). No me grites tú que después me vai hacer un favor (sigue con el juego play-rec). Tanto  tiempo Quena sin verte
Escucha: Tanto tiempo Quena sin verte.
(Así continua el dialogo, ella graba lo que va a decir, y responde sorprendida)
Quena: Sí hace cuánto tiempo no nos vemos, uf hace muchos, qué tal todo. Muy bien, acá con mi hermana. Y cómo esta ella. (Hacia el gallinero) Me están preguntando por ti Aurora. Acá está, te manda saludos. (Habla con Aurora) Viste Aurora, viste esta cosa me salió botada, ahí, en el puesto de las cosas robadas, nada me costó. (Continúa el juego) ¿Que has hecho este último tiempo? Bueno las ventas, eso. ¿Y tu hermana? Acá te digo, sí pues, ¡uf! nosotras nos la llevamos acá, lo que pasa es que no abro porque esta Aurora me entretiene. ¡Que simpática! Sí muy simpática (fin del juego de las grabaciones que Quena solo hace para que sola hable).  Listo Aurora, pero a esta cosa le vamos a poner tu voz cabrita, así que te voy a empezar a pedir el favor, el favor de hablar, mira, ya te dije que después no hablai más en tu vida pero ahora es importante (la escena empieza a tener relación con alguna declaración o cosa que le piden los juzgados). Tení que decir "soy Aurora Moreno Grau, y estoy muy bien... Ya poh Aurora dilo, después nunca más hablai... Ya poh Aurora que esta cosa nos esta esperando (la grabadora), di solamente eso, soy Aurora Moreno Grau y estoy muy bien (Aurora grita). ¿Querí gritar? Después de hablar vai a gritar, pero cuando yo te diga, un incendio Aurora vas a gritar, ahora vas a decir soy... ya poh... soy Aurora... vai a gritar primero... ¡Aurora un incendio! (Aurora grita). Y ahora... (pausa, no habla) hazlo Aurora porfa, por mi bien (Quena empieza a llorar, apaga la grabadora). Esto es por el bien de las dos, di que te llamas Aurora y que estas muy bien... ¡Puta viste que la cagai!
(le pega, de la grabadora sale la voz de un hombre)
Voz de hombre: (La voz sale desde la grabadora) ¿Qué es eso?
(por el garabato que dijo Quena).
Quena: Que la Aurora no quiere hablar
(como si supiera que esta hablando con alguien normal, luego se impresiona y fascina con esto).
Voz de hombre: Pero no se enoje
(Quena no quiere, ni debe romper la fantasía).
Quena: Cómo no me voy a enojar.
Voz de hombre: No se la van a llevar, créame.
Quena: Le creo.
Voz de hombre: Oiga Quena.
Quena: ¿Cómo sabe que me llamo Quena? No importa... cómo no le voy a creer.
Voz de hombre: Se lo juro Quena.
Quena: Si ya le creí ya...
Voz de hombre: Así que usted va a estar tranquila, ¿vale?
Quena: Vale... (Quena habla a Aurora). Aurora te pasaste, no quieres hablar conmigo, pero... (mira la grabadora) yo le creo
(Quena esta enamorada del hombre que le habla desde la grabadora).
Voz de hombre: ¿Qué va hacer ahora?
Quena: Iba a abrir la tienda.
Voz de hombre: ¿Quiere que la acompañe?
(se pone nerviosa, esta siendo conquistada, incluso, con vergüenza).
Quena: Ya Aurora no me quisiste ayudar, vai a ver cómo voy a ser ahora, pídeme algo porque...
Voz de hombre: Vamos.
Quena: (En las nubes) Claro, claro, vamos (agarra la grabadora con mucho cuidado).


 

Escena 10 ½

HA PASADO EL TIEMPO

Madre llega, y Quena está muy relajada, el negocio está bonito, arreglado, la decoración es nueva, flores, colores, está más limpio y la misma Quena está arreglada.

Madre: Hablé hace días y no tengo noticias.
Quena: ¿Y qué quiere que le haga?
Madre: Fuiste a hablar.
Quena: Hablar con quién se supone.
Madre: (Mira a su alrededor) Hiciste arreglo o... lo encuentro distinto ¿cambiaste el cartel?
(sale a mirar y se va. Vemos a Quena en el mostrador, esta haciendo cajas, cuenta las monedas, anota en la libreta, ella juega a sacar huevos desde la manga de su chaqueta, como una maga, es que Quena esta ilusionada con el hombre de la voz, entonces de un momento a otro la grabadora le vuelve hablar).
Voz de hombre: ¿Quena? ¿Cómo esta Quenita?
Quena: ¿Quenita? Bien y usted.
Voz de hombre: Acá.
Quena: Acá dónde (la voz no responde). Bueno qué importa dónde está
(le da miedo que se vaya).
Voz de hombre: ¿Qué estaba haciendo?.
Quena: Acá cerrando.
Voz de hombre: ¿Y qué va hacer después?
Quena: Darle de comer a la Aurora.
Voz de hombre: ¿Qué le va a preparar?
Quena: No sé, pero huevos no...
(la grabadora se ríe).
Voz de hombre: ¿Le pido un favor?
Quena: Sí.
Voz de hombre: ¿Le puedo acompañar?
Quena: Claro, ¿le pido yo otro?
Voz de hombre: Sí.
Quena: ¿Le puedo subir el volumen?
Voz de hombre: Por supuesto.
Quena: (Quena agarra la grabadora con cuidado) Permiso...
(se le olvida cerrar la puerta del local, entra la madre).
Madre: ¡Quena , Quena! (sale Quena) ¡Hay un hombre ahí!
Quena: ¿Qué?
Madre: Sí, yo lo escuche, hay un hombre ahí.
Quena: Era una clienta.
Madre: No era una clienta, era un gallo Quena
(Quena le cierra la puerta y vuelve junto a su amado).
Voz de hombre: ¿Quién era?
Quena: Una clienta que estaba asustada.
Voz de hombre: Ya mi Quenita cocine
Quena: ¿¡Mi Quenita!?
(Aurora grita).
Voz de hombre: ¿Qué le pasa?
Quena: Nada, seguro que esta haciendo aseo (los dos ríen).

 

 


Escena 11

LA ÚLTIMA VEZ QUE SE VIERON

(Diálogo 4. La última vez que compró huevos)

Este es el último diálogo que podremos ver entre estos personajes, se acerca el final. Algo tiene que pasar y estas dos aún no saben que dentro del gallinero las cosas se preparan. Se preparan para terminar.

 

Madre: Qué bien te la has pasado tú peleando conmigo, qué curioso que encuentres la felicidad ahí tú. Pero sabes, que estaba pensando que nunca nos hemos pegado.
Quena: Yo no estoy peleando señora.
Madre: Porque voh crei que ahora que todo saben yo estoy triste, ¿pero querí que te ponga las caras cuando te hice a ti? No se me ha olvidado, porque me estaban violando y al frente había un espejo. No me digai más señora, dime ma-mi-ta, porque pa' que sepai la palabra más linda del mundo, es mamá

(la canción infantil la explica la madre como si fueran textos de ellas, no canta, explica).

Quena: Lárguese
Madre: Empezamos de nuevo (a pelear), este local es público, o acaso no pagai patente voh, yo estoy acá las veces que quiera.
Quena: Acá se compra.
Madre: ¡Te compro poh!
Quena: (Como a una cliente habitual) ¿Qué desea?
Madre: Que sepai el daño que me hai echo / una docena.
Quena: Y usted no se imagina el nuestro / novecientos sesenta pesos.
Madre: Se los hago porque ustedes son muy sensibles y no tienen idea lo que es sufrir/ esta bandeja esta rota.
Quena: Y a qué vino ahora / se la cambio.
Madre: A verte / tome ésta, no me des boleta.
Quena: No debe hacerlo / esta es mas cara y la boleta se la tengo que hacer igual.
Madre: Esta fue mi casa cabra de mierda y la de tu abuelo y en la pieza de al fondo sin ningún amor te machacaron para que nacieras, mal agradecida / no me importa el precio.
Quena: Váyase / hasta luego.
Madre: No me voy porque quiero entrar a ver a mi otra hija / me da otra docena.
Quena: Usted no puede entrar o llamo a la policía / no hay más, se acabaron.
Madre: Voy a entrar a ver a mi hija / cuándo llegan.
Quena: No puede por orden judicial / no hay más le digo.
Madre: Sale de aquí que voy a entrar como sea
(la empuja y logra entrar al gallinero).
Quena: Aurora, Aurora.


 

Escena 12

AURORA CUANDO AMANECE

 

(Monólogo 7. El discurso y la locura en Aurora)

Se borra todos los elementos del espacio, se quita toda parafernalia, se van los otros personajes, no queda nada que sea testigo salvo él público.


Soy una mujer en el reparto, una hambrienta imagen de lo que será
Una mujer que soplo temprano que se infló en silencio para respirar y
se detuvo justo antes de explotar
Una mujer para ametrallar
Una mujer como sombra o una mujer como sobra
o una gallina perfumada de frente la autoridad
Y veámosla que no puede
Que no sabe y que no habla
¿Por qué nos sube la fiebre? ¿Por qué el calor
nos deja tan cansados?
¿Por qué la orilla no se traga rápido a la nieve?
¿Qué es lo que digo y dónde estoy en la pregunta que no
me veo bien en la respuesta?
¿Dónde estoy para ubicarme en el ojo del que mira?
¿Dónde estoy que no me ensucio?
¿Dónde estoy, qué es lo que tengo?
¿Dónde esta el mar? Allá
¿Es extraño lo que digo? No lo es


Hay lugares que parecen mentira, hay mentira en todos los lugares. En las chicas uno no puede ser grande, es traicionar a la estatura, a la huincha que mide la suma de las culpas de cada habitante

¿Quién se cree madre?
¿Quién se cree hijo?
¿Por qué el padre y la hija no hacen a la madre para que los cuide?
¿Quién es la familia?
¿De qué raza el pueblo?
¿De qué enfermedad la sangre escoge contagiarse?


Se cae la vida, como gota del jarro. La vida por las cuadras, caminando los barrios. Atrasada a la pobla que la lame TAC TAC con taco la vida TAC TAC del corazón que sangra.

Ya se están contagiando. La enfermedad. Todas con la enfermedad y la plata en qué cajón estaba hermana.

Y saldrán, seguramente liberados (el público, las gentes) a fuera o cómo le dicen calle

Y en ella solo letras

Desordenadas y mudas sin querer distribuirse, las letras

Y ustedes saldrán a las cómo le dicen calles y harán "eles" en su caminata si algo se les olvida

Y letras hacer que no se borran, escriben en un tranco desesperado, por la libertad que tienen, por la única pena que como regalo ofrecen, avergonzados por las letras que patean. Escriben sobre las cómo le dicen calles letras sueltas que no se barren, ni con otros pies, ni con, ni con. La mala ortografía de su andar LIBRE será castigada. Si escoge hablar -los vagos y todos ellos- toman la letra del suelo y el peso en sus labios sujeta y la forma de la ZETA sus comisuras rompe, sujetan para decir y más letras toman, los caídos para ustedes. Para hablar del secreto, algunos sin gracia profitan contra ustedes los liberados QUE CAMINA POR LAS CÓMO LE DICEN CALLE. Palabras hechas de suelo que de sus oídos rebotan por alergia al polvo.  Por el pánico a la frase que sentencia. Escoge tu cáncer y gasta la plata de la enfermedad. Uy cómo me puse y me pongo amarilla como estas gallinas que rebalsan de mierda, de síntomas todas pían. (A ellas)

Tranquilas ya saldrán, no habrá nadie, son masa, hay veces que botan el pan.
Liberados que piden auxilio en la risa y se niegan en la burla por temor al...
Y ninguno cree que pronto podrá morir... y aterrados no sabrán en que gastar la plata de la enfermedad.

Les cuento algo... antes que llegaran estábamos a la espera, todos ya agónicos los esperábamos y era desolador ver las filas vacías, los asientos sin nadie. Vimos tumbas Liberados. Liberados de acusar sin despiado, de sentenciar con pocas frases... pero ustedes hacen que es no sea la vida y
se parezca tanto... saben que hicimos pruebas, respiramos en ellas una y otra y muchas para llegar a este color de la luz que sangra y este sonido que ya se va... estaban todas las escenas súper arregladas, olorosas no como ella... estaban todas las posibles que no mueren, porque ustedes la piensan...  Pero esto es lo que tenemos, una cosa como obra de teatro dentro de las que no estuvieron, pero que entre, que ahora vengan, como se la imaginan.
¿Tienen ganas de verla?  Que entre o salga de lo que piensas. Lo que más quisieron ver tendrán que imaginar, como lo que quisieron vivir tendrán que mentir... de ustedes depende el olor a mierda, el largo de los bigotes, la calva cabeza azotada por los días de encierro que ustedes Los Liberados, abarrotan, porque hablan... y crecen y crecen barrotes y barrotes en el bosque de los sentidos, mientras se habla, por supuesto... y yo hablo, pero dije, que estoy agonizando...
Vamos a dejar al descubierto el desorden del cielo. El horizonte los confunde. El horizonte. El ángulo echado de todo lo que viene supuesto en el tiempo.
45 grados menos, otros 45, otros 45 grados a la izquierda y los últimos
45 grados y se acaba. Queda un punto y se acaba cuando termina se acaba cuando se cierra. ¿Dónde está el mar? Ah, allá. Donde apunto estaba. No hay nada. Un grano de sal para un huevo. Sólo un punto.

Entonces: bien flaca negra con bigotes, por dar pistas, caca por dar olor, gritos por ponerle una voz ad-hoc y baba mucha baba para no olvidarnos que está enferma. Acá hay barro, acá hay un montón de malas noticias, acá hay agua, acá hay mierda y... (enumera todas las cosas que hay en el teatro) Hay actricez, diseñadores, técnicos, tramoyas, dramaturgo, iluminador, etc. ¿Quién quiere actuar? ¿ Cómo se la imaginan? Vengan, sin vergüenza, suban. Vengan, que alguien nos ayude.


 

Canción final de Aurora:

QUITO NO BORRO: SACO

QUITO LO QUE SEÑALO CUANDO APUNTO, saco a la figura que apunto y liberada corre por las cómo les dicen calles

Quito ayer y empiezan a pasar las cosas

Borro TIEMPO y me quedo igual

No digo más NOCHE y las sábanas se quedan colgada

Saco NIÑA y mi mano no se va con dulzura a la cabeza de nadie

No repito MADRE y ya nadie saca a nadie de las alas

Quito VISTA y me quedo mirándote

Quito RISA y se desanudan los cordeles de la soga

Quito ROPA y se ponen a reír los perros

Quito AHOGO y no se caen las ramas

Quito GARGANTA y no me duele si tomo agua

Quito ENFERMEDAD y sólo queda la plata en el segundo cajón de la cómoda

Ahora aparecerá
                                                       

 

 
 

 


 


| Escena 1 - 6 | Versión de impresión


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006

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